La curva de precios de Indra consiguió ayer anotarse casi tres puntos porcentuales, siendo el valor que más subió en la jornada dentro del selectivo Ibex 35 <a href="//www.eleconomista.es/ecotrader/recomendaciones/">Consulte aquí la cartera modelo de <b>Ecotrader</b> al completo</a>. Esto no nos sorprende en la medida que las últimas caídas han llevado a Indra a alcanzar de nuevo la zona de tangencia con su directriz alcista de largo plazo, concretamente la que podría estar guiando los ascensos desde el año 2012. Esta directriz alcista discurre por la zona de los 9,50 euros y de su mantenimiento junto a soportes de 9,35 euros depende que no se abra la puerta a un contexto bajista que podría no encontrar soporte hasta los 7,50 euros. Si en el entorno de los 9,50 euros detectamos alguna pauta de giro al alza lo veríamos como una invitación a comprar Indra. De momento no vemos nada que apunte hacia un giro alcista sostenible y el primer paso para confiar en eso es que supere resistencias de 10,15 euros.