Situación de corto plazo:
En una jornada semifestiva, en la que permaneció cerrada la bolsa de Frankfurt, no observamos nada que aportara novedades al panorama técnico de corto plazo. Seguimos pendientes de ver qué es lo que sucede en la zona de soporte que presentan las bolsas europeas en los mínimos de las dos últimas semanas, que es la línea divisoria que separa un contexto de rebote de uno de continuidad bajista. En el Eurostoxx 50 (SX5E.ST) estamos hablando de los 2.890 puntos y en el DAX 30 (DAX.XE)alemán de los 9.760 puntos.
Desde estos soportes las bolsas europeas tratan de sentar las bases de un rebote y para que se aleje definitivamente el riesgo de ver una profundización de la corrección y se abra la puerta a que se confirme el rebote que venimos favoreciendo las bolsas del Viejo Continente deben conseguir batir los máximos marcados la semana pasada, tales como son los 2.980 puntos del Eurostoxx 50 o los 10.110 del DAX 30.
La superación de estas resistencias es el escenario más probable mientras en Wall Street sus índices no pierdan soportes significativos como son los 2.040 del S&P 500 (SP500.CH).
Situación tendencial:
El Eurostoxx 50 se encuentra durante los últimos meses desarrollando una fase de corrección que sirve para ajustar parte de las fuertes subidas que tuvieron su inicio en los mínimos de 2011, tras la cual entendemos que podría formarse otro impulso al alza. Estamos a la espera de identificar el suelo de esta corrección para volver a recomendar la toma de posiciones en bolsa europea orientadas a medio/largo plazo y que busquen algo más que un simple rebote por sobreventa como el que se formó a mediados de febrero.
Analíticamente, para que podamos hablar de que una subida es algo más que un rebote por sobreventa y se aleje el riesgo de que pueda volver a imponerse la tendencia bajista de los últimos meses, es preciso que los índices europeos cierren los huecos que abrieron en la primera jornada del año, que en el caso del Eurostoxx 50 se generó a partir de los 3.267 puntos.