Situación de corto plazo:
La fuerte recuperación desde los mínimos intradía con un importante volumen de negocio que hacía tiempo que no se veía, invita a no dar por canceladas las posibilidades de ver una reestructuración alcista en las bolsas europeas y plantea la necesidad de esperar al cierre semanal para ver el desenlace del debate que alcistas y bajistas protagonizan en el corto plazo.
Otro argumento que invita a no descartar un contraataque alcista fue el hecho de que la gran mayoría de índices europeos consiguieron ayer mantener al cierre sus soportes clave tal y como mostramos en el chart adjunto. Estos soportes se encuentran en los mínimos que se marcaron el pasado mes de mayo y que fueron el origen del último rebote.
Si estos soportes son perdidos, tales como son los 3.530/3.500 del Eurostoxx 50 o los 11.175 puntos del DAX 30 alemán, estaríamos ante una clara señal de debilidad que abriría la puerta a ver una continuidad del proceso correctivo que se inició a comienzos del mes de abril. En el Eurostoxx 50 el objetivo a valorar se encontraría en los 3.430/3.400 puntos. Esto nos invitaría a reducir nuestra exposición a bolsa.
Situación tendencial:
La principal referencia europea define una clara tendencia alcista a lo largo de los últimos meses que invita a considerar eventuales correcciones como oportunidades para comprar en busca de objetivos en la zona de los 4.600 puntos y posteriormente los altos históricos del año 2000 (sin efecto dividendo descontado) de los 5.500 puntos. Si tenemos en cuenta los dividendos hay que tener presente que el Eurostoxx 50 total return se encuentra en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe y, de momento, no vemos nada que invite a pensar que este escenario no puede tener continuidad.