Apenas cambios significativos en las bolsas europeas en una sesión en la que lo más destacable ha vuelto a ser el hecho de que el Eurostoxx 50 no ha sido capaz de batir su directriz bajista de aceleración o de corto plazo, que discurre por los 3.190-3.200 puntos. Su ruptura es necesaria de cara a que podamos hablar de una nueva señal de fortaleza, como fue el hecho de que los principales índices europeos lograran el lunes cerrar el hueco bajista que abrieron a comienzos de la semana pasada.
Todos estos elementos de fortaleza reforzarían nuestra idea de que hay que comenzar a cambiar el chip y pensar más en comprar que en vender. En cualquier caso, para volver con fuerza al mercado seguimos esperando con toda la paciencia del mundo a que los índices estadounidenses alcancen el objetivo de caída que manejamos en los mínimos del año, para lo cual todavía hay un margen de caída del 4% desde los actuales niveles.
Este margen de caída plantea que en una próxima caída los índices norteamericanos marcarán un nuevo mínimo decreciente en su corrección bajista de las últimas semanas, pero esto último no está tan claro que suceda en Europa, máxime el rebote consigue alejar a los índices del Viejo Continente de sus mínimos del año.