Subidas generalizadas en el ecuador de una sesión que cierra una semana que invita al optimismo y que pone sobre la mesa la posibilidad de asistir, recortes al margen, a una recta final de año alcista para las bolsas del Viejo Continente. Salvo sorpresa el Eurostoxx 50 conseguirá cerrar la semana por encima de los 3.400 puntos, que era la resistencia que sugeríamos vigilar y que debía ser superada de cara a que se alejara el riesgo de que en una próxima recaída pudiéramos ver nuevos mínimos del año y el alcance de lo que habíamos llamado los "grandes soportes", tales como son los 11.500-11.600 puntos del DAX (DAX.XE).
A corto plazo, sin embargo, a pesar del optimismo que emana de los últimos ascensos, no somos partidarios de ir tras los precios ya que la sobrecompra es muy elevada tras nueve sesiones de registro al alza. Es preferible esperar pacientemente a que se alivie la misma antes de aumentar de un modo significativo la exposición a bolsa y para ello debe verse una consolidación o una corrección de parte de las últimas alzas. Será ahí cuando, después de haber hecho la foto alcista, se podrá comprar buscando una recta final de año al alza.