Que no haya apenas cambios significativos en las bolsas europeas es una clara señal de fortaleza ya que ni la sobrecompra, ni el alcance de importantes resistencias teóricas, ni las caídas en la tecnología estadounidense, están provocando que los índices del Viejo Continente corrijan las últimas y fuertes subidas, algo que por otro lado veríamos como del todo normal y una simple pausa en los ascensos que tienen como primer objetivo la zona de altos del año.
En el ecuador de la sesión lo más destacable, además de ver esa fortaleza en los índices de renta variable, es que el eurodólar está presionando el soporte clave que encuentra en los 1,18 dólares por euro. Si pierde este soporte se confirmaría que los 1,21 habrían sido un techo en los ascensos de los últimos meses y el punto de origen de una fase de consolidación que podría llevar al par a buscar apoyo a los 1,1550 antes de retomar su tendencia alcista.