Situación de corto plazo:
La pérdida de soportes clave que tuvo lugar en la primera semana del año ya advertía de que era muy probable de que los principales índices estadounidenses pudieran ir a buscar la zona de mínimos del año pasado. Pues bien, en la jornada de ayer esa zona de gran soporte y de giro potencial fue alcanzada y desde la misma ya pudo verse como los bajistas comenzaron a encontrar serias dificultades para seguir sosteniendo las caídas.
En el chart adjunto puede verse como el futuro del mini S&P 500 alcanzó ayer la base del gran canal bajista que podría estar acotando a la perfección la corrección de los últimos meses, concretamente los 1.800 puntos. Desde ahí el índice es probable que trate de sentar las bases de un rebote que trataremos de aprovechar, sin perjuicio de que entendamos que lo más probable es que en cuanto termine las caídas vuelvan a imponerse.
En el mismo chart puede verse como no solamente el futuro del mini S&P alcanzó soportes clave sino que también el futuro de la principal referencia tecnológica, el mini Nasdaq, alcanzó soportes clave, algo que hasta el momento no había sucedido y que hace ganar enteros la posibilidad de que un rebote tome cuerpo. Operativamente, por tanto, no estamos por la labor de pensar en vender sino todo lo contrario.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene vigente y para que exista un deterioro en sus posibilidades alcistas es preciso que una próxima caída perfore los mínimos que se marcaron en la sesión de pánico del pasado 24 de agosto, que llevó a los índices a alcanzar / aproximarse a zonas de soporte fundamental de medio plazo como son los mínimos del año pasado, que podrían ser la base de una consolidación que tiene como techo la zona de altos del año. El alcance de esta zona de soporte la veríamos como una oportunidad para comprar bolsa estadounidense partiendo de la idea de que si se pierden estaríamos delante de un cambio de tendencia de medio plazo que obligaría a vender posiciones en EEUU para evitar caídas que podrían llevar al S&P 500 a los 1.600 puntos.