Las bolsas europeas están tratando de salvar una situación complicada como sería asistir a la pérdida generalizada de los mínimos que marcaron la semana pasada, de cuyo mantenimiento depende que no se vea cancelada definitivamente la hipótesis que vengo defendiendo durante las últimas sesiones, concretamente aquella que considera la última caída del EuroStoxx 50 (SX5E.ST) como el posible hombro derecho de un potencial patrón de giro al alza en forma de cabeza y hombros invertido, que vuelvo a mostrarles en el chart adjunto. La hipótesis alcista se cancelaría perdiendo los 3.450 puntos, que es el ajuste del 78,60% de todo el último rebote.
En tal caso solamente quedaría la esperanza que el EuroStoxx 50 tratara de formar un suelo en los mínimos que estableció en julio en la zona de los 3.300-3.400 puntos, algo que encajaría con una vuelta del EuroStoxx 50 en su versión Total Return a los mínimos de marzo.
Esto último encajaría con la posibilidad de que el DAX (DAX.XE) acabe yendo a poner a prueba el soporte crítico que encuentra en los 12.300/12.400 puntos, que se encuentra a un 3,50% de niveles actuales y de cuyo mantenimiento depende que no se abra la puerta a una probable caída del 10% hasta los 11.000 puntos, que sería la zona análoga a los 3.000 del EuroStoxx 50. Si esto sucediera sería partidario de poner el segundo pie en bolsa y utilizar la munición que tenemos en forma de liquidez para comprar. Por el momento, prefiero que estén quietos.