Una vez más las bolsas europeas no han logrado al cierre mantener la subida intradía que llegó a ser de casi el 2% en el EuroStoxx 50 (SX5E.ST), lo cual es de todo menos un signo de fortaleza y evidencia las dudas y nerviosismo de los inversores, que siguen detenidamente lo que sucede al otro lado del Atlántico, donde el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) está poniendo a prueba los mínimos de marzo en los 13.000 puntos.
Un rebote desde ese soporte del principal índice tecnológico permitiría a las bolsas del Viejo Continente rebotar en busca de formar una segunda pata dentro del rebote que nació en los mínimos de marzo. Esta segunda pata se cancelaría si el Nasdaq 100 pierde los 13.000 puntos.
Por el momento el rebote que estamos viendo a corto plazo está sirviendo para que las bolsas europeas recuperen parte de las caídas de la semana. Para confiar que este rebote puede formar parte de la segunda pata del proceso de rebote que nació en los mínimos de marzo lo mínimo exigible es que el EuroStoxx 50 logre cerrar una sesión sobre los 3.840 puntos, lo que permitiría cerrar el hueco que se abrió a la baja en la apertura de esta semana. El siguiente escollo resistivo sería romper la directriz bajista que viene guiando a la perfección las caídas desde los máximos que marcó el EuroStoxx 50 el pasado 5 de enero en los 4,395 puntos, que discurre actualmente por los 3.900-3.920 puntos. Mientras eso no suceda el control a corto plazo seguirá en manos de los bajistas.