El EuroStoxx 50 (SX5E.ST) ha puesto a prueba esta semana la directriz alcista que viene guiando el proceso lateral al alza desde el pasado mes de mayo y su alcance a comienzos de semana provocó una reacción al alza que invita a un cierto optimismo, pero sigo insistiendo que lo mínimo exigible para hablar de nueva fortaleza y se alejen los riesgos bajistas es que el EuroStoxx 50 supere niveles de 4.230 puntos, que seguro recuerdan que era un antiguo soporte del cual les hablé en numerosas ocasiones y cuya cesión ya nos avisó de la caída a esa directriz alcista que discurre por la zona de los 4.060 puntos.
Se alejarán los riesgos bajistas si se superan resistencias de 4.230 puntos, pero en cualquier caso para activarse esos riesgos debemos ver como el EuroStoxx 50 pierde esa directriz y primeros soportes relativos en los 4.000 puntos. Mientras esté por encima de este rango no se activará un contexto de corrección que podría ser muy similar al que estamos viendo al otro lado del Atlántico, donde todo apunta a que los índices estadounidenses están en fase de reacción o corrección de la tendencia alcista que nació en los mínimos de 2020.
Esto último tomaría más cuerpo si al cierre de la semana el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) cierra por debajo de los 14.400 puntos. Si eso sucede un próximo rebote lo vería más vulnerable que en caso de que mañana viernes el índice tecnológico firme un reversal en toda regla recuperando los 14.400 puntos.