Fuertes subidas en las bolsas europeas que han recuperado de forma general los soportes que perdieron a finales de la semana pasada, algo que no nos sorprende en demasía ya que venimos insistiendo que los movimientos en Europa pueden ser muy erráticos y poco fiables mientras Wall Street no de su brazo a torcer y ponga fin al rebote que inició a mediados de marzo, para lo cual el S&P 500 debería perder soportes de 2.790 puntos, que la semana pasada frenó las caídas y provocó la reacción al alza que estamos viendo a corto.
En este sentido, la semana pasada señalábamos que las principales bolsas europeas habían perdido soportes de corto plazo, que planteaban la conclusión del rebote que nació a mediados de marzo, algo que se mantiene vigente, pero insistíamos que mientras Wall Street no perdiera soportes análogos, como los 2.790 puntos del S&P 500, o el sectorial bancario europeo SX7R cediera los mínimos del año en torno a los 200 puntos, era precipitado descartar un proceso lateral más amplio en Europa, como el que parece que vuelve a tomar cuerpo a corto plazo.
Las subidas que hemos visto hoy en las bolsas europeas han llevado al Eurostoxx 50 a recuperar claramente el soporte que presentaba en los 2.790 puntos y ahora habrá que ver si las subidas también logran batir la importante resistencia que encuentra la principal referencia europea en los 2.927 puntos, que es lo mínimo exigible de cara a poder hablar de cierta fortaleza y para que se alejen temporalmente los riesgos bajistas.
En el caso del Ibex 35 no podremos hablar de una mínima fortaleza mientras no logre cerrar el hueco que abrió a la baja hace dos semanas a partir de los 6.922 puntos. Cerrándolo podría valorarse la posibilidad de que el rebote pudiera incluso extenderse en el mejor de los casos hacia los 7.450 puntos.