Situación de corto plazo:
El potente rebote que inició Wall Street hace dos semanas ha llevado a los principales índices estadounidenses a recuperar un 50% de toda la caída previa, que es donde a priori consideramos que hay altas probabilidades de que este rebote concluya y se forme desde ahí otro hachazo bajista. Hablamos de resistencias como son los 2.800 del S&P 500 (SP500.CH), los 8.250 del Nasdaq 100 (NDX100.NQ) o los 24.000 del DowJones Industrial (DJI.NY).
Operativamente, consideramos que hay que esperar a que se forme otra caída que lleve a los índices norteamericanos a buscar, cuando menos, los mínimos de hace dos semanas, antes de valorar comprar. Lo ideal sería que esta caída profundizara hacia los 2.040 del S&P 500 y sobre todo hasta el soporte clave del Nasdaq 100 de los 6.400 puntos. Ahí sí que seríamos partidarios de comprar en busca de un rebote sostenible en próximas semanas e incluso meses.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde marzo de 2009 se canceló en el momento que el S&P 500 perdió el soporte de los 2.700-2.730 puntos. En estos momentos Wall Street se encuentra dentro de una tendencia bajista de orden mayor que está ajustando parte del gran movimiento alcista que nació en los mínimos de 2009. Si atendemos a crisis históricas similares en el pasado entendemos que es difícil que el S&P 500 haga un suelo hasta la zona de los 2.040 enteros, cuyo alcance supondría una corrección de la mitad de toda la tendencia alcista que nació en los mínimos de 2009.