Situación de corto plazo:
Las subidas que vimos la semana pasada llevaron al Dow Jones Industrial (DJI.NY) y al S&P500 (SP500.CH) a alcanzar las resistencias crecientes que surgen de unir los máximos de enero y octubre del año pasado, que son las que deben de superarse de forma sostenida para que podamos dar por concluida la fase de consolidación que inició el mercado norteamericano a comienzos de 2018.
Estas resistencias aparecen por los 27.400 del Dow Jones Industrial y los 3.035 puntos del S&P 500, cuyo alcance debe ser vigilado puesto que ahí la presión vendedora podría tratar de imponerse. En cualquier caso, el control sigue en manos de los alcistas y para que exista debilidad y un deterioro alcista a corto es preciso que el S&P 500 pierda soportes que encuentra en los 2.973 puntos. Su cesión podría abrir la puerta a una corrección hacia la zona de los 2.800 puntos, que la veríamos como una oportunidad para comprar.
La ruptura de esas resistencias crecientes sería un argumento más que apoyaría nuestra idea de aprovechar una próxima consolidación / corrección en Wall Street, similar a la que vimos en mayo, para volver a aumentar exposición a renta variable.
Situación tendencial:
Los mínimos establecidos la última semana del año pasado en los índices norteamericanos, tales como son los 5.895 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ), los 21.712 del Dow Jones Industrial y los 2.346 del S&P 500, han sido un suelo y el origen de la reanudación de la tendencia en subida libre absoluta que desarrolla el mercado estadounidense a largo plazo. Mientras estos mínimos de Navidad no se pierdan la tendencia principal o de largo plazo se mantendrá alcista.