Al volante del nuevo Lexus ES 300h: una berlina amplia, cómoda y con distintivo ambiental 'ECO'
Jorge Arenas
Para nosotros es un desconocido, pero en realidad el Lexus ES es un modelo con tantos años como la propia marca. La división de lujo de Toyota se fundó en 1989, año en el que salieron al mercado sus dos primeros modelos: los LS y ES. La primera era el buque insignia de la compañía y sí se dejó ver por estos lares, pero la segunda, quizá pensando que podría canibalizar a su hermano mayor o que, simplemente, no había hueco para tanta berlina premium, nunca se asomó por Europa.
En su séptima generación, el Lexus ES estrena plataforma global (GA-K) de tracción delantera y, por fin, parece ser digno de aterrizar en Europa. Por primera vez pasa a formar parte de la gama disponible en países como España dejando a un lado, eso sí, al Lexus GS, que se borra del mapa. Por lo tanto, esta berlina de cuatro puertas y casi 5 metros de longitud se sitúa entre los Lexus IS y Lexus LS, bastante más cerca del segundo por espacio y pretensiones. Los tres pilares sobre los que se asienta: diseño elegante, interior confortable y dinámica de conducción bien trabajada.
Diseño
En Lexus lo definen como 'elegancia provocativa'. Aunque este concepto quizá sea más aplicable a otros modelos de la gama como los deportivos Lexus LC y Lexus RC, no dejan de tener razón, pues tras esos trazos solemnes y certeros, propios de una gran berlina de lujo premium, se esconde un submundo de líneas agresivas, como las que definen el frontal. El capó, la parrilla o los faros, que son pura herencia de la última hornada de modelos de Lexus, dejan a la vista un toque ciertamente agresivo que rompe con los cánones tradicionales de este segmento. También lo hace la línea del techo en su parte trasera, que dibuja una silueta con aires de coupé bastante atractiva -aunque reste algo de practicidad en el habitáculo-.
Interior
El interior es muy amplio, casi tanto como el del LS, que ya es decir. Y como en todo buen Lexus, está recubierto con materiales de alta calidad y mejor presencia. Nadie emplea tejidos tan gruesos o moquetas tan mullidas; no hay una sola marca que se preocupe por ofrecer tantas zonas de tacto acolchado por aquí y por allá. Todo lo que uno ve y toca, incluso lo que se parece escondido o de difícil acceso, presenta un cobertura noble que transmite sensación de alta calidad. Esto es algo que sucede en todos los Lexus de gama media y superior y, sinceramente, es de agradecer. Primero porque diferencia a la marca de sus rivales y segundo porque uno tiene la sensación de que el dinero que cuesta el coche tiene su justificación.
Más allá del espacio, que es muy bueno en casi todas sus cotas (la altura libre al techo es mejorable en las plazas traseras), y de la elección de los materiales, el habitáculo del Lexus ES destaca por ciertos detalles como sus asientos delanteros con 12 ajustes o sus asientos traseros con 8 niveles de inclinación de respaldo. Parece una tontería con poca importancia, pero ayuda a hacer más cómodos los desplazamientos del día a día. Otro concepto bien trabajado es el de la insonorización a bordo, un tema que preocupa a la marca. Si hay algo que define a un Lexus es su silencio de rodadura y es por ello que en este nuevo modelo los ingenieros han empleado soluciones como una triple capa aislante en el habitáculo o incluso unas llantas con cámara de aire que reducen el ruido proveniente de las ruedas. Un trabajo exquisito el que han llevado a cabo los nipones a la hora de hacer de su berlina un espacio para el relax durante los desplazamientos habituales.
Dinámica de conducción
En materia de chasis, el nuevo Lexus LS promete "precisión y confianza" en la conducción. Así lo vende la marca cuando lo presenta ante el público. Tras una toma de contacto por carreteras de todo tipo, hemos podido comprobar que, efectivamente, es preciso. Pero la sorpresa ha sido encontrar un puntito de agilidad superior a lo esperado. Quizá esperábamos toparnos con un carácter absolutamente aburguesado, y la realidad nos ha regalado una dinámica fluida, certera y con una dirección extremadamente precisa e informativa, y de tacto tirando a deportivo (incluso un punto por encima de lo que pide el coche). Así que a la hora de devorar kilómetros el usuario disfrutará de un buen confort de rodadura unido a una dinámica certera, que no deportiva, siempre agradable.
El motor es un híbrido autorrecargable que carece de toma de corriente como sí tienen los enchufables. Aquí solo hay que conducir para que la batería haga su juego cargándose y descargándose. Esta batería complementa a un motor de combustión de 2,5 litros y a un motor eléctrico, que ofrecen una potencia total de 218 CV y un consumo medio oficial de 5,3 litros cada 100 km. Las prestaciones son acordes a lo que uno espera en un barco de semejante peso y dimensiones: el coche acelera suficientemente bien, pero sin sorpresas. De hecho, este motor está pensado parra rodar tranquilo, que es el punto en el que gasta poco y apenas hace ruido. Si le exige mucho al pedal del acelerador todas esas virtudes se dan la vuelta y entonces el coche deja de tener sentido, ya que el cambio de variador continuo eleva las revoluciones, con el consiguiente aumento de sonoridad y consumo, sin que además el coche llegue a moverse con nervio. Por cierto, que este modelo con este motor (el único disponible) va asociado al distintivo ambiental ECO, con sus ventajas (muchas) e inconvenientes que pueda plantear en ciudades como Madrid debido a las restricciones de circulación durante los días de alta contaminación.
El materia de tecnología, el Lexus ES incorpora grandes pantallas para la instrumentación, la información y el entretenimiento, así como asistentes a la conducción de última generación, entre los que figuran:
- frenada precolisión con reconocimiento de peatones y ciclistas
- control de crucero activo con radar y lectura de señales de tráfico
- asistente de carril con funciones ampliadas
- asistente de luces adaptativo
En definitiva, el Lexus ES es una berlina premium del segmento E, bien hecha, con un diseño personal y un calidad de fabricación elevada, que además va en busca de ese cliente interesado en proyectar una imagen 'eco'. También existe un acabado F-Sport para todos aquellos que, sin dejar de lado ese toque ecológico, no quieren renunciar a una puesta en escena más llamativa. Los precios del Lexus ES van de los 45.000 a los 65.800 euros.