Jaguar E-PACE: el nuevo SUV compacto que aspira a superventas
Jorge Arenas
Hasta hace bien poco pensábamos que dentro del grupo, era Land Rover la encargada de dar vida a los modelos offroad. Todoterrenos puros y todocaminos tenían cabida en esta marca de larga tradición campera, a la que habría de complementar la otra marca, Jaguar, con sus berlinas, coupés y cabrios, siempre exquisitos, elegantes y deportivos. Y así fue hasta bien poco, cuando la firma del felino quiso sumarse, también, a la fiesta SUV.
¿Quién en su sano juicio querría renunciar a semejante negocio en expansión. Nadie. Si hasta Rolls Royce, Bentley o Lamborghini, por poner sólo algunos ejemplos de empresas 'anti-todoterrenos' han acabado rendidas ante tal fenómeno mundial, ¿cómo no iba a hacerlo también Jaguar?
Pues sí, así ha sido. Primero llegó el F-PACE, luego conocimos al eléctrico I-PACE y ahora toca dar la bienvenida al más pequeño de todos, el nuevo E-PACE, un todocamino compacto que no llega a los 4,4 metros de longitud, pero que viene pisando fuerte. De hecho, aspira a ser el modelo más vendido del grupo. Quizá sea por ello que su denominación evoca, con esa 'E', al más mítico Jaguar de los todos tiempos: el E-TYPE. Un coche que nada tiene que ver con el nuevo SUV, pero que le presta esa letra como queriendo desearle su misma suerte.
Diseñado por Ian Callum, el nuevo Jaguar E-PACE hereda los rasgos más característicos de algunos hermanos de gama. Vemos, por ejemplo, trazos del F-PACE en la definición de su zaga; se aprecian, también, toques sutiles del deportivo F-Type en la forma de sus pilotos; pero más allá de esto, el SUV compacto también imprime su propio carácter con unas líneas propias que quedan impresas, por ejemplo, en la parte delantera. El morro con su parrilla y sus grupos ópticos LED, aportan esos rasgos personales que permiten diferenciarlo de otros todocaminos.
Deportiva y con estilo, su carrocería esconde un interior que no deja de lado la practicidad. En Jaguar tienen claro que el cliente del E-PACE lo utilizará en su mayoría como coche único en el hogar, por lo que debe cumplir en el día a día. Y lo cierto es que lo hace, ya que tras ese envoltorio de dimensiones contenidas se abre paso un habitáculo de cierta amplitud en todas sus cotas y en sus dos filas de asientos, a lo que se suma un más que generoso maletero que cubica, como mínimo, 577 litros. Una capacidad impropia de su segmento me atrevería a decir, que se puede ampliar hasta los 1.234 litros si se abaten los asientos de la fila posterior.
Así que tenemos entre manos un SUV de talla compacta, práctico y que entra muy bien por la vista. Pero, ¿algo más? Pues sí, mucho más. Para empezar, sus motores: como buen representante de la sección más premium, su gama se compone la familia Ingenium, que ofrece dos variantes de gasolina y tres diésel, todas ellas tan prestacionales como eficientes. Todas son, por cierto, de dos litros y cuatro cilindros.
Las motorizaciones diésel son las siguientes:
D150 manual: 150 CV, 380 Nm, 4,7 litros/ 100 km
D180 auto.: 180 CV, 430 Nm, 5,6 litros/ 100 km
D240 auto.: 240 CV, 500 Nm, 6,2 litros/ 100 km
En gasolina, las opciones son estas:
P250 auto.: 250 CV, 365 Nm, 7,7 litros/100 km
P300 auto.: 300 CV, 400 Nm, 8,0 litros/ 100 km
A excepción de la caja de cambios manual de seis velocidades que puede llevar el diésel de 150 caballos que abre la gama, todas las demás versiones se asocian exclusivamente a la transmisión automática de 9 relaciones firmada por ZF, que hace un buen trabajo a la hora de combinar suavidad, rapidez y eficiencia en las transiciones entre marchas. Este motor de 150 CV es el único que ofrece, también, la tracción a un solo eje -delantera- frente a las cuatro ruedas motrices ineludibles en el resto de la gama.
Sobre el terreno de juego, las maneras del Jaguar E-Pace son realmente buenas. En asfalto sale a relucir su puesta a punto tirando a deportiva, que regala al conductor un gran aplomo en todo tipo de carreteras y un nivel de refinamiento bastante elevado. De lo mejorcito que hay en su segmento, sin duda. En campo, a pesar de que el esquema de suspensiones no está pensado para tragarse las irregularidades ni ofrecer un rodar especialmente confortable, lo cierto es que el sistema de tracción total con reparto de par entre ambos ejes y entre las ruedas traseras se encarga de garantizar una muy buena motricidad, como bien ha quedado demostrado en una pista de pruebas embarrada hasta os topes y con coches que no llevaban neumáticos enfocados al campo sino puramente asfálticos. Así que podemos decir que el E-PACE tiene un ligero punto aventurero, pero está más pensado para las escapadas por carretera o superficies deslizantes sin complicaciones en el terreno.
En el apartado tecnológico incluye elementos como una pantalla TFT de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra táctil de 10 pulgadas para la consola central, faros LED, Head Up Display de última generación, punto de acceso WiFi y conexión 4G, además de otros tan interesantes como la "activity key" que ya conocíamos en el Jaguar F-PACE, que permite al usuario ir a hacer deporte o cualquier otra actividad sin necesidad de llevar encima la llave del coche.
Disponible con los acabados normal y R-Dynamic, asociables a tres paquetes de equipamiento, el nuevo Jaguar F-PACE tiene un precio de partida en nuestro mercado de 37.450 euros. Durante el primer año de su comercialización habrá, además, una variante 'First Edition' con un equipamiento abundante y disponible sólo para los motores D180 y P250.