Buen Gobierno y RSC

Las disputas tributarias, dura amenaza a los beneficios

  • Un 63% de responsables fiscales de las cotizadas predicen un aumento de litigios con las Administraciones en los próximos cinco ejercicios
  • El 57% de ellos lucha para articular sus cálculos fiscales y anticipar los riesgos
Logotipo de la Agencia Tributaria española. Nacho Martín

Xavier Gil Pecharromán
Madrid,

La actual escalada de disputas fiscales presenta una amenaza significativa al crecimiento de los beneficios en las compañías pertenecientes al Fortune 500 según 'The Shape of Water', un informe publicado por el despacho de abogados Baker McKenzie, acerca del aumento y las características de las disputas fiscales entre autoridades y empresas.

Los 150 encuestados por Baker McKenzie -todos pertenecientes a empresas del ranking Fortune 500- confirman que tienen cerca de 22.600 millones de dólares de ingresos sujetos a disputas con las autoridades tributarias. Si la cantidad total de ingresos bajo disputa, en la totalidad de las empresas del ranking, es proporcional a lo confesado por los encuestados en el informe de Baker McKenzie, se hablaría de unas cifras -sin duda sorprendentes- cercanas a los 75.300 millones de dólares, el equivalente al 7,5 por ciento del beneficio de las empresas del Fortune 500 en 2017.

Localizar y aislar el origen del valor corporativo es el reto más grande al que se enfrentan tanto organizaciones como autoridades tributarias, según el 72 por ciento de los encuestados en el estudio. Es la principal causa de confrontación entre organizaciones y reguladores así como el principal caldo de cultivo de disputas en el área impositiva.

En ese mismo año, el crecimiento medio del beneficio de dichas empresas fue del 12,4 por ciento mientras que en 2016 supuso el 6 por ciento. Por ello, no sorprende a los abogados de Baker McKenzie que el 60 por ciento de los fiscalistas corporativos señalen que se trata de un claro aumento en las disputas tributarias, si se toman como referencia los últimos cinco años, aunque lo más inquietante les resulta que el 63 por ciento de los encuestados augure que continuará la tendencia alcista en el próximo lustro.

Actividades y jurisdicciones

"En el pasado, había una clara conexión entre la actividad de mercado -como las ventas y la fabricación- y el valor sujeto a tributación", señala Simone Musa, socia responsable del comité fiscal global de Baker McKenzie. Y explica que "en la actualidad, las empresas y los reguladores luchan por distribuir los beneficios entre actividades y jurisdicciones, ya que las organizaciones trabajan habitualmente con redes digitalizadas y bases de clientes dispersas".

"La fijación de precios de transferencia es la fuente más común de disputas, con problemas derivados de valoraciones conflictivas de los activos y desacuerdo sobre la ubicación y el alcance de las actividades generadoras de valor" apunta Mark Delaney, socio y responsable del departamento Fiscal de Baker McKenzie en el Reino Unido. Y añade que "la naturaleza difusa y colectiva del valor creado por la digitalización es, posiblemente, la contribución más significativa al alto número de disputas de precios de transferencia que vemos hoy en día, y que se pronostican para los próximos cinco años".

En palabras de Tona Azpeitia, socia responsable de Disputas Tributarias de Baker McKenzie en EMEA, "la fiscalidad es cada vez más un problema reputacional y de responsabilidad corporativa y personal. A medida que la transparencia financiera y ética se entrelazan, y aumenta la amenaza de sanciones, incluso penales, se incrementa exponencialmente el impacto de una tributación incorrecta". La digitalización de los negocios está creando complejidades particulares para un amplio espectro de negocios, entre ellos tecnología, bienes de consumo y compañías de servicios financieros.

En cada caso, el valor corporativo está demostrando ser intangible, no lineal y de alta tecnología. El valor fluye libremente a través de múltiples jurisdicciones, sin la necesidad de aduanas u operaciones locales. En este contexto, capturar con precisión la verdadera escala y ubicación de la responsabilidad sujeta a tributación en cada país es inmensamente difícil.

Las autoridades fiscales no siempre has sido suficientemente ágiles a la hora de responder a estos cambios y, donde las estructuras tributarias alguna vez fueron lideradas por la legislación nacional, en la actualidad, al menos en el caso de algunas autoridades, se está tomando un enfoque poco sistemático, aplicando conceptos aún no incorporados en la ley e imponiéndolos de manera retroactiva en inspecciones tributarias, descolocando a las organizaciones empresariales. Una clara mayoría, el 72 por ciento, de los responsables de fiscalidad en las empresas afirma que los regímenes fiscales actuales no son adecuados para el propósito presente.