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El 72% de las compañías encuentra problemas para cubrir los puestos de trabajo

  • España cuenta con alumnos con bajos resultados, algo más de la media

Noelia García
Madrid,

Más de una de cada tres empresas que automatizará procesos en los próximos dos años tienen previsto crear más empleo. Y los españoles aún no están preparados.

Según el estudio de Manpower-Group Revolución de las competencias 4.0: Los robots te necesitan, aquellas compañías que se encuentran en un proceso más avanzado de digitalización son las que tienen mayores intenciones de contratación. Europa ocupa una posición de liderazgo en muchos sectores de fabricación, desde automoción hasta productos farmacéuticos o ingeniería mecánica, pero también en muchos sectores de servicios como el turismo y la industria del ocio. Y para ello, se necesitan más competencias en este ámbito, como por ejemplo, la creatividad, la flexibilidad, la capacidad de aprendizaje, el razonamiento crítico y analítico, o la resolución de problemas. Más allá de las habilidades técnicas, las competencias sociales o soft skills.

Existe una brecha importante de conocimientos, capacidades y actitudes, que aumentará en los próximos cinco años. Las universidades y escuelas de negocios ya se han puesto las pilas para adaptar sus programas a los nuevos empleos, pero el elefante de la burocracia va más lento.

El ministro en funciones de Ciencia, Investigación y Universidades, Pe-dro Duque, va a apostar por el "consenso" en la nueva Ley de Universidades y se ha marcado como horizonte la nueva legislatura para alcanzar "un pacto por la ciencia y la innovación", así como por propiciar la especialización de las universidades que hay en España. Aún así, hoy por hoy hay una excesiva carga administrativa que sufren las universidades y los centros de investigación.

España junto con países como Estados Unidos, Israel, o Italia, se encuentra entre los que más empleo crearán como resultado de la apuesta tecnológica. En los próximos dos años el 34 por ciento de las empresas que automatizarán procesos generarán más em-pleo en nuestro país, según el informe de ManpowerGroup.

Hasta el momento, los currículos no están lo suficientemente adaptados, según el informe El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas, realizado por el IESE Business School, el 72 por ciento de las compañías entrevistadas encuentra problemas para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen. Las dificultades que las empresas encuentran se refieren tanto a un nivel de conocimientos insuficientes en algunas materias, como al nivel de capacidades y actitudes profesionales requeridas.

En esta misma línea, el estudio The Digital Edge: Middle-Skill Workers and Careers, elaborado por Burning Glass, una compañía de software de análisis que proporciona datos en tiempo real sobre el crecimiento del empleo, las habilidades en la demanda y las tendencias del mercado laboral, destaca que hoy más de ocho de cada diez empleos (82 por ciento) requieren habilidades digitales. Estas habilidades de trabajo se desarrollaron a partir de la necesidad de mejorar tanto el lado operativo como el de los clientes de todas las empresas. Y estos empleos representan aproximadamente el 38 por ciento de las publicaciones de empleo en general, pero algunos mercados ofrecen más oportunidades que otros.

Asimismo, existe una enorme brecha de género en el sector de la tecnología que debe abordarse con urgencia, no solo por razones de justicia e igualdad, sino también por "razones de pura racionalidad económica". En Europa, solo el 30 por ciento de los empleos en tecnología está ocupado por mujeres, un porcentaje que en España se reduce al 15,6 por ciento, casi cuatro puntos menos que en 2006.

Para empezar, las universidades deben experimentar un cambio significativo. El Informe Anual sobre Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que en España solo el 12 por ciento de las mujeres estudió Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en 2015, una cifra ridícula que contrasta con su presencia en sectores como la educación (79 por ciento) y salud y bienestar (72 por ciento).

En España, la diferencia en tasas de ocupación en septiembre de 2018 entre jóvenes con un nivel alto de estudios y aquellos con un nivel bajo es de 32 puntos porcentuales. Además, se tiene un porcentaje de jóvenes con estudios de Formación Profesional del 24 por ciento, muy por debajo de la media de la UE (36 por ciento) o de países como Austria (59 por ciento), Francia (48 por ciento) o Alemania (51 por ciento) (OCDE, 2016).

El coste de la formación

Los costes de la formación en España para reconvertir a los trabajadores cuyo empleo corre peligro por la digitalización equivalen al 0,85 por ciento de su producto interior bruto (PIB), una cifra que le sitúa en mitad de la tabla de los países de la OCDE. España cuenta con una proporción de estudiantes con bajos resultados algo superior a la media, y con más jóvenes y más personas mayores con poca destreza en el universo digital. Tampoco ofrece buenas estadísticas en lo que se refiere a los profesores, que señalan sus carencias en tecnologías de la información y la comunicación ni en los adultos que realizan formación.

Junto con España, los más rezagados son Chile, Grecia, Italia, Lituania, Eslovaquia y Turquía, que cuentan con trabajadores sin cualificaciones para empleos basados en nuevas tecnologías.