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Pilar González: "La investigación sobre este área en España goza de buena salud, aunque siempre podría ser mejor"
- Ha sido nombrada catedrática de Literatura árabe cristiana
Carmen García
Madrid,
El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, Gran Canciller de la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD), nombró catedrática de Literatura árabe cristiana a la profesora Pilar González Casado. Se trata de la primera cátedra de este tipo a nivel internacional. Pilar es licenciada en Filología Árabe e Islam por la Universidad Autónoma de Madrid y Doctora en Filología Árabe por la Universidad Complutense.
¿Cuáles son sus impresiones al ser la primera catedrática del mundo de Literatura árabe cristiana?
Mi impresión es muy satisfactoria. Creo que es un gran avance para los estudios árabes a nivel internacional que se haya creado una cátedra de Literatura árabe cristiana que, hasta ahora, no existía. Así se refleja institucionalmente la investigación sobre este campo de los estudios árabes que en la mayoría que generalmente realizan investigadores cuya docencia no está relacionada con el ámbito árabo-cristiano, sino con el islam.
¿Con qué etapa de su larga trayectoria investigadora se quedaría?
Con los años que dediqué a la realización de la tesis doctoral, porque es cuando descubrí un campo de investigación que hasta entonces desconocía y cuando pude poner en práctica lo que aprendí tanto en la Universidad española como el antiguo Instituto Diocesano de Filología Clásica y Oriental San Justino.
¿Cómo está siendo su experiencia como docente en la Universidad Eclesiástica?
Es una buena experiencia, porque, en el caso de la Literatura árabe cristiana, al tratarse de una materia poco común y novedosa, el alumnado suele mostrar gran interés, principalmente cuando descubre el papel del cristianismo en el contexto cultural donde nació el islam, la relación de esta literatura con la teología del islam primitivo y cómo los cristianos árabes realizaron su propia aportación a la cultura árabo-islámica.
¿Por qué no existe esta Cátedra en otra universidad?
Hasta ahora no ha existido porque los estudios árabes siempre han estado más relacionados con la cultura islámica, especialmente en ámbitos como la literatura, la historia, el arte y el pensamiento, que con otras manifestaciones culturales en árabe que no son islámicas y que también se desarrollaron con la llegada del islam. La lengua árabe es la lengua en la que fue revelado el Corán y la literatura religiosa fundacional del islam también fue compuesta en árabe. Esto provocó que zonas geográficas de Oriente Medio, que contaban con una importante cultura cristiana preislámica, al islamizarse también se arabizaran y comenzaran a expresarse en árabe. Este fenómeno también ha tenido como consecuencia que tendamos a identificar árabe con islámico, aunque esta identificación no es completamente verdadera. A pesar de esto, desde principios del siglo pasado, surgió una corriente de arabistas que comenzó a estudiar las manifestaciones literarias en árabe de los cristianos y cuyas investigaciones hemos seguido los investigadores actuales. Cuando hace dos décadas nació el proyecto de crear una Facultad de Literatura Cristiana y Clásica, se pensó en dedicar una cátedra a este ámbito de investigación tanto por su inexistencia a nivel internacional como por la importancia de esta literatura cristiana que, al igual que la islámica, pertenece con todo derecho al patrimonio de la Literatura árabe.
¿Cómo considera que se encuentra la investigación en esta área en España?
La investigación sobre este área en España goza de buena salud, aunque siempre podría ser mejor. Desde hace bastante hay otros investigadores muy competentes, principalmente en las Universidades públicas, como, por ejemplo, en Córdoba, Barcelona, Sevilla o Granada, que también desarrollan su investigación en este campo. La diferencia con respecto a mi caso es que su docencia suele ser, además de la lengua árabe o la hebrea, materias relacionadas con la cultura islámica.
El techo de cristal impide que muchas mujeres lleguen a altos cargos, ¿ha tenido algún problema en su carrera por el hecho de ser mujer?
Sinceramente no, no he tenido ningún problema por ser mujer. Los problemas o los obstáculos que he tenido que superar han sido por la dificultad que supone conciliar la vida familiar con la laboral, en especial, cuando se tienen hijos pequeños, como antes era mi caso. Es difícil compaginar estos dos aspectos sin que uno de los dos se resienta y esto supone la mayoría de las veces el doble de esfuerzo y de trabajo. Creo que es aquí donde nos queda todavía mucho que avanzar con respecto a otros países europeos y que es una situación que padecen tanto los hombres como las mujeres.
Cada vez hay más rectoras en el ámbito universitario, ¿qué opinión le sugiere esto?
Me parece estupendo que hombres o mujeres, es decir, las personas, tengamos las mismas oportunidades de trabajo y todos aquellos que estén capacitados para desempeñar puestos de responsabilidad o dirección los desempeñen. Pero creo que en nuestra sociedad actual tendemos a cuantificarlo todo y a medir el éxito por la cantidad, a mayor cantidad, más éxito y más progreso. Estoy mucho más de acuerdo y, me parece más objetivo, medir el éxito o el progreso de un país en lugar de por la cantidad por la cualidad. Lo importante es que cada uno nos esforcemos por ser competentes en nuestro campo profesional, seamos hombres o mujeres, y no que seamos más o el mismo número. Si somos más, pero no somos competentes, no sirve de nada ser más.