Ecoaula
La prórroga del "Brexit" genera aún más caos entre los estudiantes Eramus
- Un 20 por ciento de los trabajadores de la universidad procede de la Unión Europea
Noelia García
Madrid,
La fecha clave era el 29 de marzo. El día en que Reino Unido decía adiós a la Unión Europea. Ahora la primera ministra británica, Theresa May, indica que el voto del Brexit será el próximo 12 de marzo. En caso de que su propuesta no salga, el día 13, tendría lugar una nueva votación en la que los Comunes se pronunciarán sobre una salida sin acuerdo.
La inseguridad política con respecto a la salida de la Unión puso manos a la obra a las universidades británicas para realizar acuerdos tanto con empresas como con universidades en el Viejo Continente. La University College London (UCL), por ejemplo, ha anunciado un programa de "asociación de ciudades" para "centrarse en una ciudad en lugar de un socio específico". Ciudades como Roma y París incluirán fondos para colaboraciones académicas, la enseñanza y otro tipo de eventos. El miedo está servido, porque Reino Unido puede perder decenas de millones de euros en fondos de los programas de investigación de la UE si hay un Brexit difícil.
Además, el programa Erasmus también está cogido con pinzas. Hoy, el 53 por ciento de los estudiantes universitarios de Reino Unido que aprende en el extranjero lo hace a través de este programa. Por tanto, ya no son solo los alumnos que quieren ir a estudiar a las instituciones de las mejores universidades a nivel mundial los que tendrán problemas para mantener su estancia por estudios, sino que también los propios nacionales británicos no podrán hacer uso de las becas. La Comisión Europea presentó a finales de enero un paquete de medidas de contingencia para evitar los daños más graves para este curso escolar, entre las que incluía garantizar el pago de las becas Erasmus+ tanto de los europeos desplazados a Reino Unido como de los alumnos británicos acogidos en otro Estado miembro. No obstante, y ante la previsión de una salida caótica, las universidades españolas y las británicas firmaron en 2018 una declaración conjunta donde mostraban su preocupación respecto a qué pasaría con la colaboración mutua cuando los británicos no ya no fueran europeos. Ambas instituciones coinciden en que el Brexit supone un reto, pero abre también una nueva ventana de colaboración y oportunidades para trabajar juntos. Por este motivo, Crue Universidades Españolas y Universities UK mostraron su disposición a cooperar. Por su parte, la presidenta de Universities United Kingdom (UUK), Janet Beer, una organización como la Crue española (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas), indicó a finales de 2018 que su deseo es que el acuerdo del Brexit sea "blando" para mantener el programa de movilidad Erasmus y el "magnífico trabajo de colaboración" entre investigadores británicos y españoles. Desde UUK aseguran que tienen confianza en que, hasta el año 2020, no va a cambiar nada con respecto a los alumnos internacionales.
No obstante, esta semana las universidades gallegas han pedido a los estudiantes que eligen destino para el próximo curso, que traten de evitar Reino Unido por la incertidumbre causada por el Brexit y les ofrecen otras alternativas.
A pesar de que el ambiente esté difícil, Italia, Polonia, Portugal, Holanda, Irlanda y Reino Unido son algunos de los destinos más solicitados. En este último, los alumnos reciben entre 200 y 300 euros mensuales de cuantía.
Financiación
Reino Unido aún no ha decidido si para el próximo plan de financiación (2021-2027) mantendrá la cuantía para apoyar las becas Erasmus. No todos los países que participan en el programa son miembros de la Unión Europea (como es el caso de Turquía, Islandia, Noruega y Serbia) y envían y reciben estudiantes tal y como lo hace el resto de países. También hay países socios que participan en algunas partes del programa, tales como Kosovo, Armenia y el Líbano.
Cabe destacar que un informe del Comité de la Cámara de los Lores de la UE advirtió de que los beneficios del programa serían muy difíciles de reproducir con un programa nacional.
En el Reino Unido, un 20 por ciento de los trabajadores de la universidad procede de la Unión Europea, y el 10 por ciento proviene del resto del mundo. Por lo tanto, hay un 30 por ciento que no son británicos. Y de este asunto habla el aún actual gobierno: de las fronteras y la internacionalización. El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, pretende que la universidad española abra fronteras. Quiere implemen- tar una ley universitaria de "modernización e internacionalización, comprometida con la educación pública", según sus pala- bras.