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Antonio López, rector de la USC: "Tenemos una plantilla con una media de edad muy alta"

  • Doctor en Dereito por la USC y catedrático de Dereito Financeiro

Carmen García
Madrid,

Antonio López, catedrático de Derecho se impuso a Juan Viaño en todos los sectores de la comunidad universitaria. Consiguió el apoyo tanto de los catedráticos, profesores, alumnos y personal de administración y servicios. Obtuvo 3.474 votos frente a los 1.746 que consiguió el catedrático de Matemáticas. El porcentaje de apoyo fue de un 62,6% frente al 37,4% de Viaño.

– Tras haber obtenido un 62,6% de apoyo de la comunidad universitaria, ¿se esperaba haber obtenido tantos votos?

La verdad es que nos ha sorprendido el apoyo tan mayoritario en todos los sectores de la comunidad universitaria. Teníamos buenas sensaciones de que sí se podría ganar y podríamos obtener un buen resultado, pero la verdad es que el apoyo estuvo muy por encima de lo que esperábamos.

– ¿Con qué mensaje principal llega al Rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela?

Realmente teníamos tres ideas básicas. La primera era que teníamos re revitalizar ciertos órganos de Gobierno, recuperar niveles de autonomía universitaria en la toma de decisiones, sobre todo en el ámbito interno de la universidad. La segunda línea básica de actuación era apostar por el personal. Veníamos de unos años en los que se habían hecho unos ajustes durísimos en las cuentas sobre todo a costa del personal y entendíamos que era el momento de dar un giro, buscar otra solución y empezar a recuperar las plazas que habíamos perdido. La tercera era revisar varias cuestiones en nuestra gestión financiera, sobre todo lo que tiene que ver con la gestión de la deuda que tiene todavía la universidad habiendo unos cauces de financiación que son imprescindibles en este momento. Serían tres de las líneas básicas con las que concurrimos a estas elecciones.

– ¿Qué se propone cambiar en los 100 primeros días de mandato?

Lo que queremos cambiar es lo que está relacionado con las líneas que mencioné, sí que queremos desde el primer momento activar la participación de todos los colectivos en la toma de decisiones, incorporar decanos, directores de departamento, directores de instituto en el mecanismo de toma de decisiones, que no se ha contado mucho con ellos en los últimos años y todo esto sí que lo vamos a hacer desde el primer momento.

– ¿En qué sentido considera que la Universidad debe cambiar de rumbo?

Hasta ahora la universidad ha pasado por las mismas dificultades que han pasado las administraciones públicas. Durante estos años de crisis, hemos pasado por una situación en la que la universidad se ha dedicado a reducir la propia institución mediante una serie de decisiones que se han ido tomando. Por eso tenemos menos profesores, menos personal de administración y servicios y estudiantes. El cambio de rumbo tiene que actuar ahí precisamente, ya que no podemos seguir haciendo más pequeña la universidad, sino que tenemos que salir de la crisis y recuperar el papel y la posición que le corresponde, tanto en el sistema universitario gallego como en el nacional e internacional. Es decir, pasar de unas situaciones donde se ha recortado y achicado la universidad a unas actuaciones donde debemos recuperar el papel que les corresponde a las universidades.

– ¿Cuáles son las medidas que más llaman la atención de su programa en relación a alumnos, PDI y PAS?

En cuanto al Personal Docente e Investigador, hemos llevado como línea central de actuación un plan de actuación de cuatro años que permita estabilizar al personal que está ahora mismo con contratos precarios y darles también soluciones a la promoción tanto de contratados doctores a titulares como de titulares de universidad a catedráticos. Al mismo tiempo poner en marcha los mecanismos de renovación, que es otra de las líneas fundamentales que necesitamos. Tenemos una plantilla con una media de edad muy alta y tenemos que empezar a poner en marcha la renovación de los que se van a jubilar en los próximos cinco o diez años. En relación al PAS, la línea fundamental es que hay que revisar nuestra relación de puestos de trabajo. Se han hecho retoques puntuales pero ha cambiado mucho la universidad desde la última revisión general y necesitamos esa reforma porque vamos a adaptar la administración a estas nuevas necesidades y aquí también tenemos que recuperar un número muy importante de tasas que se han perdido durante esta época de crisis. Y por último, en relación con los estudiantes, estamos en un proceso donde hay que revisar oferta de títulos, es muy importante también complementar nuestra formación en las aulas con programas de prácticas de la empresa que abran las posibilidades de incorporarse al mundo laboral y esto es muy importante en relación a los másteres. Tenemos que crear nuevas vías de comunicación con nuestros estudiantes a través de nuevos mecanismos, que permitan recibir la información, entre otras cosas.

– ¿Cómo se enfrenta a la financiación de la institución?

Tenemos por delante dos nuevos retos, el primero es que en el año 2020 tenemos que negociar con las otras universidades y la administración económica un nuevo plan de financiación para el sistema universitario gallego. En esto, tenemos que buscar que lleguen a la universidad pública el volumen de recursos que necesita para seguir prestando un servicio de calidad, como decía antes no podemos seguir sometidos a estos recortes permanentes aunque ahora que estamos en un momento en que parece que empezamos a mejorar en términos económicos, esa mejora tiene que notarse en la influencia de nuevos recursos a la universidad en general y a la nuestra en particular, buscar mecanismos de reparto que tengan en cuenta algunas necesidades especiales de la universidad, como tener un Patrimonio construido de alto valor histórico pero con grandes costes de mantenimiento o tener una plantilla de personal con más años, lo que hace también que sea una plantilla más cara. Esto hay que reconocerlo a la hora del reparto. Luego digamos que a corto plazo, la universidad tiene que tomar medidas en relación a financiar su deuda. La deuda digamos, no es preocupante ni en términos absolutos ni en relativos, porque al ser de algo más de 20 millones con un presupuesto de 200 millones tiene una importancia relativa, pero sí tiene un calendario de amortización absolutamente asfixiante para la universidad. Es decir, si la universidad tuviera que cumplir dicho calendario, esto estaría obligando a ahorrar en el año 2019, 5 millones, en el 2020, 7 millones para amortizar la deuda, y esto hoy por hoy es impensable, ya que no lo está haciendo tampoco ahora ninguna administración, es decir, hay que buscar fórmulas para financiar esa deuda y esperar a un escenario de mayores recursos sí se pueda llegar a la financiación de la deuda.

– El tema de la internacionalización lo están llevando a cabo diferentes universidades, ¿tiene previsto alguna medida en este ámbito?

Es muy importante para la universidad tanto en relación a estudiantes, y también al personal docente investigador. Creemos que ahí hay que actuar con objetivos estratégicos, claros y entendemos que de nuestra universidad, por la posición que ocupamos en Galicia y por la proyección que tenemos hacia el ámbito latinoamericano, es importante focalizar uno de nuestros ámbitos de actuación preferente, abrirnos a ese mundo con oferta de grados, de másteres, de posgrado.

– Debido a las últimas noticias sobre el polémico máster de la Universidad Rey Juan Carlos, ¿cómo cree que debe defenderse una universidad pública en este caso, la USC?

Como elementos clave para el correcto funcionamiento de la universidad, nosotros lo que tenemos es la propia autonomía de la universidad, que está garantizado constitucionalmente y en la LOU es un elemento clave, por lo tanto, reivindicar esa autonomía para la toma de decisiones, y en segundo lugar, reforzar los mecanismos y procedimientos de los sistemas de control. En el caso de la Universidad de Santiago, desde luego, con los procedimientos y los sistemas que tenemos, no hay lugar para una situación como esa.

– Con las investigaciones recientes sobre la brecha de género que existe en las carreras científicas, ¿tiene pensado llevar a cabo alguna actividad que logre reducirla?

Es verdad que en materia de género todavía tenemos algunos estándares que hacen que los porcentajes de participación de ambos sexos sean distintos entre unas y otras titulaciones. Lógicamente hay que abrir ese campo para que puedan entrar determinados sectores, sobre todo el sexo menos representado, en este caso las mujeres en algunas ramas de ingenierías, más científicas, etc. Para ello hay que trasladar de forma clara qué es lo que se hace, ver cuáles son los resultados y luego que todo el mundo lo puede hacer con normalidad, pero sí que nos interesa ir reduciendo esa brecha.

Doctor en Dereito por la USC y catedrático de Dereito Financeiro, Antonio López ingresó en 1981 en la Facultade de Dereito en Santiago, en la que obtuvo su licenciatura en 1986 con premio extraordinario. Entre otros cargos, fue vicerrector de Coordinador del Campus de Santiago y vicerrector de Coordinación de Xestión de Infraestruturas (1998-2002), así como decano de la Facultade de Dereito (2005-2007). En julio de 2007, el Parlamento gallego lo eligió miembro del Consello de Contas, cargo que desempeñó hasta 2013. Entre 2007 y 2010 fue conselleiro maior de este organismo. Ha desarrollado un carrera docente e investigadora con numerosas publicaciones y estancias docentes en las universidades de Sao Paulo, Montevideo y Boloña. Casado y con dos hijas, Antonio López en la actualidad vive en Bertamiráns, Ames (A Coruña), le gusta la lectura y el deporte, en especial el baloncesto, ya que es hincha declarado del Obradoiro.