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Sentando las bases para los eSports en la universidad


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    Madrid,

    Las universidades son uno de los grandes epicentros del deporte a nivel mundial. Si bien es cierto que en España las becas a deportistas no son tan cuantiosas como, por ejemplo, en Estados Unidos, la verdad es que ayudan a potenciar ciertas disciplinas más allá de los contenidos puramente intelectuales o teóricos. Son muchos los centros universitarios que tienen equipos de atletismo, fútbol americano o baloncesto, y según pasan los años, estos se van modificando conforme a las modas o inquietudes de los más jóvenes.

    En este escenario existe un sector, el de los videojuegos que, desde hace décadas ha sabido posicionarse como uno de los líderes del mercado. Según datos de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, en 2017 se facturaron 713 millones de euros, un 15,6% más que el año anterior, lo que pone de manifiesto la buena salud del sector. Y dentro de este conglomerado han sabido pasar de ser un mero pasatiempo a un auténtico estilo de vida, y es que los eSports se han profesionalizado, igual que ocurrió con los deportes.

    Aunque a muchos les pueda parecer una simple burbuja que podría estallar en cualquier momento, lo cierto es que las cifras les avalan, con más de 386 millones de espectadores en todo el mundo, 3,7 millones solo en España, que suponen unos ingresos de más de 108.000 millones de euros a nivel global. Y como era de esperar, han dado el salto también a la universidad. No solo en forma de estudios avalados y certificados en toda Europa, sino como deporte casi de élite, practicado por muchos estudiantes que buscan no solo disfrutar de este ocio, sino ser fichados por algunos de los equipos que se encuentran en competiciones internacionales.

    A pesar de este creciente interés, la realidad es que se trata de un sector tan reciente que está aún sentando las bases en algunos aspectos, y por supuesto, profesionalizándose a marchas forzadas. Está, por tanto, en un proceso de madurez que le llevará a ocupar un entorno que es natural para ellos. Y es que los valores que promueven: esfuerzo, dedicación y trabajo en equipo, son los valores tradicionales a los que estamos acostumbrados en el deporte. En este sentido, si para el resto de deportes tradicionales las becas en España son escasas, en el caso de los deportes electrónicos son prácticamente inexistentes, por lo que esta profesionalización dependerá de este apoyo institucional.

    Y es aquí precisamente donde las marcas pueden encontrar su filón. Wiko, por ejemplo, se interesó por esta disciplina a finales de 2016, sobre todo en juegos orientados a dispositivos móviles como Clash Royale y Arena of Valor, y desde entonces mantiene su apuesta tanto de la mano de instituciones oficiales que regulan la competición en España, como a través de colaboración directa con equipos competitivos. Esta es la fórmula general de apoyo: patrocinios al más puro estilo futbolístico tan en boga, que ayudan tanto al crecimiento del equipo a nivel general, como del jugador a nivel más particular.

    A su vez estas acciones ayudan a crear comunidad e identificación. Mientras que en los deportes tradicionales los jugadores sí sienten los colores, lo cierto es que en los eSports aún faltan actos que trasciendan públicamente en los que poner de relieve ese sentimiento. A pesar de ello, se están dando los pasos hacia ese camino, y es que algunos de los influencers más reconocidos en nuestro país proceden, precisamente, de este sector.

    Elaborado por: Irene Manterola, directora de marketing de Wiko Iberia