Ecoaula

Castilla y León: Se necesita estudiantes de FP en los sectores agrario, energético y constructor

  • En España el número de ocupados por empresa es de 4,5 empleados

Noelia García

La preocupación por implantar una Formación Profesional Dual crece entre los directivos españoles. De hecho, esa necesidad se ha triplicado en cinco años y ha pasado del 3,2 por ciento al 11 por ciento entre 2011 y 2016, según el Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Fomentar el crecimiento del tejido empresarial, por un lado, y reducir el elevado desempleo juvenil por otro, son las dos claves esenciales que necesita el país.

Además, no solo con voluntad (empresas que apuesta por la FP) se mejora esta modalidad formativa. Según el informe realizado por la Fundación Bankia por la Formación Dual, Retos y oportunidades para la Formación Profesional en relación con la especialización productiva, en Castilla y León se pone de manifiesto una menor autonomía de gestión y flexibilidad en los centros públicos de Formación Profesional, lo que dificulta su capacidad de adaptación a las necesidades de las empresas. Además, entre los sectores económicos en los que se detecta escasez de estudiantes en las familias profesionales relacionadas están el agrario, extractivo y energía, manufacturas y construcción. Por otro lado, comercio y turismo tienen un grado de representación acorde a las necesidades de las empresas, en tanto que en el sector químico-farmacéutico hay sobreoferta.

Los centros privados mixtos (Institutos de Educación Secundaria en los que se imparte tanto Educación General como Formación Profesional) presentan mejores resultados que los públicos mixtos. De esta manera, el 88 por ciento de los centros privados tienen un certificado de calidad en la gestión, frente al 14 por ciento de los públicos, y el 75 por ciento dispone de un plan estratégico, frente al 27 por ciento en los públicos. En prácticamente tres de cada cuatro centros privados existe un responsable específico para áreas concretas como metodología de la enseñanza o desarrollo tecnológico, mientras que esa proporción en los públicos es de una de cada tres. Esta situación puede ser reflejo de una mayor autonomía en la toma de decisiones sobre el funcionamiento del centro, que redunda a su vez en una mayor calidad.

Otro de los factores que determina la efectividad del sistema es que la elección del profesorado también depende de la autonomía de la que disponga cada centro. Los privados mixtos cuentan con una plantilla con una mayor experiencia empresarial y un mejor nivel de inglés, según se desprende del estudio Orientación Profesional y Formación Digital: Hacia un Modelo Integrado para el Empleo Juvenil, realizado por el Instituto de la Empresa Familiar.

Por tanto, la colaboración público-privada es fundamental. El estudio destaca que una de las ventajas de que el centro de formación sea una compañía privada es que su capacidad de adaptación es más fácil, y además habla el mismo idioma que las empresas que después contratarán a sus alumnos. Asimismo, apunta que los centros privados se adaptan más a las necesidades de las empresas, se sitúan en zonas, polígonos o campus donde pueden prestar mejor su servicio.

Se habla mucho del modelo alemán como referente a tener en cuenta para copiar el éxito de su FP Dual. Sin embargo, nuestro país no cuenta con el mismo tejido empresarial. Alemania está compuesto por em-presas familiares, que están distribuidas por todo el país, haciendo de cada Estado federal un lugar maravilloso donde emprender una carrera como aprendiz. Nuestro país se caracteriza por tener centros industriales de pequeñas y medianas empresas, incluyendo las mi-croempresas de entre dos y cinco trabajadores (muy escasas en Alemania), que cuentan con unos servicios de primera categoría.

En España el número de ocupados por empresa es de 4,5 empleados frente a 11 en Alemania. Sin embargo, algo que en principio debe considerarse un hándicap, puede aprovecharse para hacer de la necesidad virtud, generando nuevas oportunidades de colaboración entre las pymes, fomentando el asociacionismo y aumentando las economías de escala.

Industria agroalimentaria, sector del automóvil, energías renovables, turismo y hostelería, sector financiero, telecomunicaciones, industria farmacéutica, moda, logística, distribución, comercio, infraestructuras, construcción, biotecnología, etc., son algunos de los ejemplos en los que España cuenta con empresas punteras.

Así, las dos actividades con mayor peso relativo en Castilla y León son Administración Pública, Educación y Salud (23 por ciento del VAB -Valor Agregado Bruto- total de la región) y Comercio, Transporte y Hostelería (20 por ciento ), los índices más extremos de especialización, tanto positiva como negativa, se dan en actividades más abiertas a la competencia exterior.

La Formación Profesional Dual aparece como una modalidad capaz de aglutinar todos estos objetivos que demandan los empresarios impulsando, con ello, la empleabilidad de los jóvenes. Tanto en Castilla y León, como en el resto de Comunidades Autónomas, la etapa inicial de implementar esta modalidad formativa la ha liderado la empresa de un tamaño mayor que, además, ha actuado como referente, para con el resto de empresas pequeñas.