Ecoaula
Si el resultado de aprender inglés es malo, replanteemos el modelo
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Mucho se ha hablado de la importancia de aprender inglés, y muchas son las maneras propuestas para aprenderlo. Nos apuntamos a academias que sobretodo preparan para superar los exámenes que dan acceso a títulos reconocidos; compramos cursos on line que prometen aprender en un tiempo record; nos instalamos aplicaciones móviles para estudiar mientras hacemos otras cosas y, finalmente, desesperados, recurrimos a bienintencionados nativos para que nos den conversación. Pero por lo general, pese a intentarlo una y otra vez, combinando incluso varios métodos, no alcanzamos el resultado deseado lo que nos lleva a exclamar "¡Aprender inglés no es para mí!". Nos sentimos culpables, impotentes y acabamos abandonando.
El resultado (y lo dicen algunos reconocidos barómetros internacionales): los ciudadanos españoles tenemos uno de los peores niveles de inglés de Europa y arrastramos además un arraigado complejo de inferioridad generado tras años de fracasos. Sin embargo, en mi larga experiencia profesional, el hándicap no es la nacionalidad, ni las capacidades de cada persona ni su edad ni el tiempo del que disponga. El problema radica en el método.
Nosotros somos una comunidad de profesores y especialistas en el aprendizaje de idiomas, Oxinity, que hace años fuimos pioneros en abordar esta situación. En primer lugar nos dimos cuenta de que normalmente la lengua extranjera se aprende de una forma antinatural poniendo el foco en la gramática y en la escritura, cuando en realidad sabemos que un idioma se aprende primero hablando y después leyendo y escribiendo. Igual que lo hacen los niños pequeños, recordando y asociando.
Aprender a utilizar y disfrutar de una lengua es la base para aprender a leer y escribir después. Con esta inversión del orden de los factores no se olvida el aprendizaje de las normas gramaticales y la ortografía, sino que éstas se puede aprender con mayor facilidad en el momento que se empiezan a adquirir competencias orales. Desde la conversación se aprenden a utilizar las estructuras gramaticales y el sistema léxico de forma paralela. No es necesario hacer decenas de ejercicios en papel, memorizar a la antigua cientos de estructuras sin sentido aparente ni repetir machaconamente para alcanzar una pronunciación aceptable.
Una parte fundamental en esta forma de aprender es el profesor, un profesional preparado y motivado, que además trabaje en un entorno colaborativo y coordinado, compartiendo el método de aprendizaje, haciendo que sea interactivo y logrando que mejore con la experiencia común al enriquecerlo con nuevos contenidos.
Sin embargo, en la actualidad, es más "fácil" seguir haciendo lo de siempre ya que un cambio de método supondría una auténtica revolución en lo ya instaurado. Tenemos que cambiar el paradigma ya que si nada cambias, nada cambia.
Por: Jonatan Buxeda i Núñez, Oxinity.com CEO