Ecoaula
Uno de cada tres menores con discapacidad en edad de cursar primaria no está escolarizado
- La UNESCO estima que la pandemia ha retrasado dos décadas los avances que se habían conseguido
elEconomista.es
Entreculturas, a través de la campaña La Silla Roja, alerta sobre los condicionantes y contextos que harán especialmente difícil el derecho a la educación para millones de niños y niñas en el mundo con especial foco en aquellos y aquellas que tienen discapacidad:
Globalmente 1 de cada 3 niños y niñas con discapacidad en edad de cursar primaria no está escolarizado. Las personas con discapacidad representan el 15% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las más marginadas en cualquier comunidad, incluyendo las afectadas por la crisis de la COVID-19, que les ha impactado de forma desproporcionada. Los niños y niñas con discapacidad tienen 4 veces más probabilidades de ser víctimas de cualquier tipo de violencia en todos los entornos - en el hogar, en la comunidad y en la escuela -, incluyendo el ciberacoso, y son casi 3 veces más propensos a ser víctimas de violencia sexual, con las niñas en mayor riesgo.
La desaceleración educativa provocada por la pandemia COVID-19, la UNESCO estima que la pandemia ha retrasado dos décadas los avances que se habían conseguido a la hora de ampliar el acceso a la educación y según la última evaluación presentada por GEM (Global Education Monitoring Report) se prevé que habrá 80 millones de niños y niñas fuera de las escuelas en 2030.
La infancia migrante, refugiada y desplazada de manera forzosa. Las guerras afectan actualmente a más de 420 millones de niños y niñas en todo el mundo. En los contextos de migración, desplazamiento y refugio, la situación de las personas con discapacidad invariablemente se agrava, dado que carecen de la atención y de los recursos necesarios para mantener condiciones de vida aceptables. Tras las guerras de Siria y Ucrania y los conflictos en Yemen, Afganistán y Haití, por ejemplo, muchas personas con discapacidad han huido de sus países en busca de protección y asilo. Es importante resaltar, además, que las situaciones de emergencia también pueden provocar o agravar las discapacidades.
Las niñas y mujeres que quedan fuera del sistema escolar. Antes de la pandemia, 130 millones de niñas de entre 6 y 17 años en todo el mundo no iban a la escuela. En la actualidad se calcula que 20 millones de niñas pueden no volver a clase y estas niñas quedan expuestas a la explotación, el abuso y la extrema violencia. En el caso de las niñas y mujeres jóvenes con discapacidades enfrentan hasta 10 veces más violencia de género que aquellas sin discapacidades.
Para ello la comunidad internacional y los Estados tienen la obligación de asegurar el aprendizaje a lo largo de la vida, desde la primera infancia hasta la educación de las personas adultas. Por tanto, deben:
-Profundizar la perspectiva de derechos humanos en la educación y reconocer la educación inclusiva como derecho humano, favoreciendo el máximo desarrollo de la personalidad, capacidades y competencias del alumnado con discapacidad.
-Mejorar la calidad de la educación inclusiva y la formación de educadores y educadoras.
-Promover la corresponsabilidad y la transparencia en la gestión de las políticas públicas para garantizar la inclusión educativa de las personas con discapacidad.
Estas recomendaciones sólo serán factibles si se financia la educación inclusiva adecuadamente, a nivel doméstico, así como las iniciativas globales, programas y proyectos de cooperación internacional bilateral y multilateral.
La Cumbre de UNESCO que llama a la Transformación de la Educación y que se celebrará este mes de septiembre supone un momento clave internacional que según Entreculturas se ha de aprovechar para interpelar a las y los representantes políticos de nuestro país para que inviertan en educación y en educación inclusiva para no dejar a nadie atrás.
Ante esta situación Entreculturas demanda a la Cooperación Española:
-Recuperar la inversión en cooperación en la senda del 0,7% y focalizar los esfuerzos en la ayuda a la educación básica.
-Incrementar el porcentaje del presupuesto de acción humanitaria destinado a educación hasta llegar a, al menos, un 6% del mismo.
-Destinar al menos el 3% del total de la AOD española a la Educación para el Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Global.
-Mantener y reforzar la apuesta de la cooperación descentralizada por la educación.
-Aprovechar el VI Plan Director de la Cooperación Española como una oportunidad para la inclusión de las personas con discapacidad.
-Implementar y evaluar el cumplimiento de la Estrategia Española sobre Discapacidad 2022 -2030, en concreto destinando los recursos financieros necesarios para superar los retos estratégicos relacionados con educación inclusiva.
Además a través de su campaña lasillaroja.org ofrece materiales, elementos de sensibilización y el informe "Educar es incluir, un camino que garantiza derechos" para profundizar sobre el derecho a la escuela como vía para la equidad social, como acceso a un lugar de transformación donde todo es posible.