Ecoaula

La disminución de la natalidad es una oportunidad única para mejorar la calidad educativa

  • Las matrículas de educación infantil ya empiezan a disminuir, en la Comunidad de Madrid se registraron 2.200 alumnos menos
  • La tasa de natalidad en España es del 7,1 por mil, muy por debajo del 11,2 por mil de Irlanda, país que encabeza la lista

Miguel Merino Rojo
Madrid,

Las crisis económicas, la precariedad laboral, la dificultad de los jóvenes para emanciparse o los problemas para acceder a una vivienda digna resuenan como algunos de los aspectos que más han influido en que los jóvenes de nuestro país no quieran tener hijos, como se puede observar en la continua disminución que sufre la tasa natalidad en España desde hace décadas.

Concretamente, en 2021 nacieron en nuestro país 336.247 niños, es decir, 5.068 nacimientos menos que en el año 2020, lo que supone una disminución del 1,48%. Además, la tasa de natalidad en España (relación entre el número de nacimiento por cada 1.000 habitantes) durante el último año se sitúa en el 7,1span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}, un dato muy bajo si lo comparamos con los países europeos con las tasas más altas: Irlanda (11,2span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}), con más de 3 puntos de diferencia; Suecia y Francia (10,9span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}), más de 2 puntos por encima; Dinamarca (10,4span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}) o Bélgica (9,9span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}). Y, si analizamos la evolución de esta, observamos una disminución muy fuerte si la comparamos con la de 2011, en el que la natalidad era del 10,07span.codigo_pormil::before {content: "\2030";}. Por otro lado, si tenemos en cuenta el índice de fecundidad nacional, de 1,19 por mujer, podemos observar que esta tendencia a la baja va a mantenerse en el futuro, ya que los países con un índice inferior a 2,1, lo que se denomina fecundidad de reemplazo, no pueden garantizar mantener una pirámide de población estable a largo plazo.

Al margen del impacto social y económico que supone este descenso demográfico y el envejecimiento de la población que ocasionará, esta situación supone una oportunidad excelente para mejorar la calidad del sistema educativo. Este descenso puede permitir la reducción de la ratio de alumnos (cifra de estudiantes por aula), universalizar la educación de la etapa 0-3 años, atender mejor al alumnado con necesidades especiales y facilitar la coeducación, todas ellas medidas que están contempladas en la actual ley de educación (LOMLOE).

Efecto en los primeros ciclos

"En el curso que ha finalizado, 2021-2022, según las estadísticas oficiales de la CAM (Comunidad de Madrid), la disminución de la natalidad está empezando a notarse en la educación infantil, en la que el alumnado ha disminuido más del 1% con respecto al curso anterior (2.200 niños y niñas), y un claro estancamiento en educación primaria, donde las cifras son semejantes al curso 2020-2021. En Secundaria Obligatoria y Bachillerato no ha tendido aún impacto esa disminución", explica José Manuel Díaz Fleitas, director del Instituto de Educación Secundaria Miguel Delibes, en Madrid.

Diaz explica cómo a pesar de que durante los tres últimos cursos se ha vivido una situación excepcional debido a la crisis sanitaria por la pandemia "que ha trastocado todas las expectativas y ha exigido actuaciones inéditas en los centros como la implantación de la enseñanza semipresencial". Durante estos años, los centros de la comunidad han recibido refuerzos de docentes para mitigar los problemas derivados de la crisis sanitaria y, en el caso de IES Miguel Delibes, este aumento "supuso que los resultados de las evaluaciones internas fueran mejores que la de los años anteriores a la pandemia", destaca Díaz.

Con la reducción de la natalidad y la consecuente disminución de las matriculaciones escolares, se plantea un nuevo panorama en el que las ratios de alumnos se puedan disminuir, y la atención al alumnado pueda mejorarse. "En todo caso, hay otras circunstancias a tener en cuenta", subraya el director del IES Miguel Delibes, "como los flujos migratorios que dependen de circunstancias externas, como guerras o crisis económicas, que pueden dar al traste con los datos de población basados en los nacimientos". Por ejemplo, durante los primeros meses del año, este instituto del barrio madrileño de Ascao, recibió 32 nuevas matrículas procedentes de alumnado extranjero, "sin que hayan recibido ningún tipo de apoyo extra por parte de la CAM, a pesar de que la ratio de estudiantes superaba los 30 alumnos en cuatro cursos", comenta Díaz.

Las administraciones deben aprovechar esta situación para mejorar la educación en nuestro país. Desde el IES Miguel Delibes recuerdan que "lo fundamental es exigir a la administración, en este caso autonómica, que no aproveche este momento para reducir el personal docente, sino que se convierta en una oportunidad para promover cambios metodológicos en la escuela". A lo que Díaz añade que, "sin embargo, si la disminución de la tasa de natalidad solo tuviera como consecuencia la reducción de la ratio alumnado/aula, la mejora no sería automática, porque las variables son múltiples y de interacción y ejecución complejas".

Para finalizar, Díaz ha querido recordar que "la exigencia de plantillas estables en la educación pública es histórica y es sistemáticamente desatendida por la oportunidad que pueda ofrecer de recortar el gasto de personal: parece que la administración educativa no es consciente de que no hay gasto en educación, sino inversión en mejorar la calidad de vida de la ciudadanía".

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