Ecoaula
La Universidad, motor de proyectos y cuna de emprendimiento
- El 23% de los universitarios españoles tienen intención de crear una empresa a cinco años vista
- En el año 2025 los cambios tecnológicos crearán 97 millones, según el Foro Económico Internacional
Ana Delgado
Madrid,
El espíritu emprendedor de los universitarios no puede ser fructífero sin el marco de un ecosistema que les impulse a dar sus frutos. España necesita una sociedad emprendedora que se plantee un contrato social renovado en sintonía con la transformación en la que nos encontramos, ya no solo en lo referido a la evolución hacia un mundo digital y conectado, sino a una nueva cultura que cambie la sociedad tal y como la conocemos.
Así, la universidad tiene que ser una lanzadera de emprendimiento para la búsqueda de nuevas soluciones que impulsen el desarrollo y la construcción de una sociedad de bienestar. Las iniciativas basadas en el conocimiento conllevan valor social, cultural y económico, y tienen en las universidades una gran fuente de talento, de ideas y de proyectos.
De este modo, tener un buen sistema educativo promotor de talento e innovación representa un factor clave para industrias, grandes empresas y talento internacional en aras de un efecto multiplicador cuando todos estos agentes crezcan y se asienten en el entorno.
Sin embargo, ser emprendedor no es tarea fácil, y esto, aplicado a tiempos de pandemia ha sumado desafíos extra. Según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2021, la crisis de la Covid-19 supuso en 2020 un parón en la actividad emprendedora. En concreto, por cada 100 personas en edad de trabajar emprendieron 5,2, un punto menos que los 6,1 del año anterior, afectando más a las mujeres, que bajan al 4,8% desde el 6,3%, donde se posicionaban, frente a los hombres que descienden al 5,6%, desde el 6,3%. No obstante, 2021 se iniciaba con un nuevo empuje, y según datos de un estudio realizado por EAE Business School sobre el Ecosistema emprendedor en España, la creación neta de empresas acumulada fue un 8,6% mayor que en 2019. Es decir, se están creando empresas a un ritmo mayor que antes de la pandemia.
El sector donde más se emprende, según este informe es el de servicios y consumo, en un 70%, mientras que las industrias que más crecen son salud, inteligencia artificial y Propthec.
Las universidades deben "llevar a cabo tareas de información y asesoramiento para que los estudiantes se inicien en el emprendimiento"
En este escenario, cabe destacar el papel de las universidades como polo de generación de talento, ideas y proyectos. La universidad no solo prepara, sino que impulsa, algo que además ya está contemplado por ley. Fue en 2013, cuando el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Apoyo al Emprendimiento, la primera normativa que da apoyo y pretende internacionalizar el emprendimiento de España y que, además, dedica un artículo específico a la tarea de los centros universitarios como incentivadores. En concreto, las universidades deben "llevar a cabo tareas de información y asesoramiento para que los estudiantes se inicien en el emprendimiento", así como "fomentar la iniciación de proyectos empresariales e incentivar encuentros con otros emprendedores". Además "se promoverán las iniciativas de emprendimiento universitario para acercar a los jóvenes universitarios al mundo empresarial".
En el contexto actual, España necesita miles de expertos en tecnología para construir una economía moderna y competitiva. Según Emilio Cortes, People and Sourcing Director and President de la Fundación Evolutio, en declaraciones a elEconomista: "El fomento del talento digital es una cuestión de Estado". Así, explica que "necesitamos urgentemente generar un pool de talento digital para satisfacer las amplias y complejas necesidades que como sociedad encaramos".
Concretamente, afirma, "debemos reforzar la capacitación de talento en áreas como servicios en la nube o la ciberseguridad, experiencia de usuario y entornos de trabajo digitales, donde ya necesitamos miles de especialistas".
La falta de profesionales de perfil tecnológico es preocupante. Es, quizás, "uno de los mayores retos económicos a nivel nacional a corto plazo". Al mismo tiempo, señala, "plantea una oportunidad histórica para nuestro país y está en nuestra mano dar un salto cualitativo que nos posicione como una economía mucho más competitiva".
Nuevas profesiones
Según el Foro Económico Internacional, en el año 2025 los cambios tecnológicos crearán 97 millones de puestos de trabajo, que englobarán todos los sectores de la sociedad. Este nuevo paradigma implica "necesidades de formación y de inversión para saber cómo usar las tecnologías que acompañan a los procesos de transformación digital", incide Cortes. Y la transformación digital, desde el desarrollo web y de aplicaciones móviles, a la redefinición de modelos de negocio, pasando por la nube, la creación y gestión de la experiencia de usuario, o la ciberseguridad, entre otros cientos de proyectos, "requiere profesionales cualificados", subraya. El mundo depende cada vez más de la tecnología y en el sector tecnológico, por poner un ejemplo, explica, "la demanda laboral de perfiles con conocimientos en programación es mucho mayor que la oferta de profesionales preparados".
Según el Foro Económico Internacional, en el año 2025 los cambios tecnológicos crearán 97 millones de puestos de trabajo
Por lo tanto, resalta, "además de formar a nuestro propio talento, no debemos olvidar que España es un destino altamente atractivo y competitivo para atraer talento digital". "Contamos con una excelente red de comunicaciones, empresas referentes a nivel global, una óptima calidad de vida y una historia y cultura que nos posicionan como un excelente puente entre Europa y Latinoamérica", sentencia.
"España es un destino altamente atractivo y competitivo para atraer talento digital"
Así, el informe GUESSS España 2021, El espíritu emprendedor de los estudiantes universitarios refleja que el 23% de los universitarios españoles tienen intención de crear una empresa a cinco años vista, porcentaje algo inferior al de los de la Unión Europea (26 %), aunque en ambos casos muy alejados de la cifra de EEUU (40 %). Además, el 19 % está involucrado en poner en marcha una empresa naciente, cuando en la UE es inferior al 18%, mientras que en EEUU es del 25%. Algo más del 6% tiene ya creada una empresa, un nivel similar a la UE y casi dos puntos menos que los EEUU.