Ecoaula
El 60% de los jóvenes cree que la Universidad no les prepara para el trabajo
- El 50% pide incrementar el asesoramiento en materia de búsqueda de empleo
Carmen García
Madrid,
Los estudiantes lo tienen claro. El mercado laboral cada vez exige perfiles más especializados y las instituciones educativas no están formando en función a estas necesidades. Así lo desprende una encuesta realizada por el grupo Adecco entre más de 4.700 jóvenes para conocer las barreras que encuentran los universitarios a la hora de acceder a su primer trabajo. De ellos, el 61% está en desacuerdo con la idea de que las facultades preparan adecuadamente para dar el salto profesional, un 30% asegura que los prepara muy poco y un 8,8% cree que la formación que reciben hasta obtener su título es suficiente para desempeñarse bien en un futuro trabajo.
La universidad ya no es lo que era o, al menos, esto es lo que los estudios e informes de los especialistas nos muestran. Si antes una carrera te ofrecía un puesto de trabajo en condiciones, hoy en día ni siquiera un máster te lo puede asegurar. La búsqueda de empleo se ha convertido en la pesadilla de muchos estudiantes que ven cómo, tras la llegada de una pandemia mundial, sus oportunidades de introducirse en el mundo laboral son cada vez menores. Pero, ¿Quién es responsable de esta problemática? Las empresas lo tienen claro: no encuentran el talento que buscan y esta responsabilidad recae directamente en la mala o escasa formación de las instituciones. Y es que la sociedad pide a gritos una actualización de los contenidos que se imparten en los centros de formación.
Los universitarios encuestados por Adecco creen que la universidad debería fomentar la realización de prácticas en empresas durante la etapa de estudiantes, muy escasa en la actualidad en la que no se conoce al 100% la realidad de la empresa, que es uno de los puntos que más le diferencian de una de las opciones formativas que más impulso está cogiendo en los últimos años: la Formación Profesional.
Los jóvenes se sienten perdidos, con la sensación de abandono de una institución que, una vez cumplido su objetivo formativo, se desentiende de ellos. Prácticamente el 50% pide incrementar el asesoramiento en materia de búsqueda de empleo y orientación laboral que les permita enfrentarse a este momento lo más preparados posibles. De hecho, uno de cada tres jóvenes reconoce que nadie le ha asesorado sobre salidas profesionales y búsqueda de empleo.
Otra de las demandas de este sector es el de actualizar los contenidos. A pesar de que los conocimientos teóricos siempre han sido importantes, desde hace unos meses las habilidades blandas, o más conocidas como soft skills, han ido ampliando su protagonismo. El 48,7% quiere profundizar más en la inteligencia social y emocional, los rasgos de personalidad o las habilidades de comunicación, que están teniendo igual o más relevancia que los aspectos más teóricos.
Los conocimientos que los jóvenes encuestados reconocen tener en relación con el mercado de trabajo son las condiciones laborales existentes, derechos que tienen los trabajadores, habilidades más demandadas por las empresas, tipos de contrato que existen y, por último, de lo que menos información creen tener es de qué carreras profesionales existentes tienen más salidas laborales.
Alberto Gavilán, director de talento de Adecco lo tiene claro: "desde las empresas debemos hacer todo lo posible por acercarnos a los jóvenes, naturalizar nuestra relación con ellos y hacer su tránsito a la vida profesional más sencillo". Además, pone el foco en la importancia que tiene la relación que establezcan universidad y empresa para que "la formación teórica y práctica se unan y preparen mejor al talento joven para el mundo laboral real".
Prácticamente tres de cada cuatro jóvenes están convencidos de que el factor diferencial que más les ayudará a encontrar trabajo cuando abandonen el centro de estudios será tener un conocimiento y manejo amplio de las nuevas tecnologías. También será importante el conocimiento avanzado de idiomas o demostrar habilidades de comunicación o de inteligencia emocional. Aspectos que las instituciones de educación superior deberían situar en el centro de la formación.