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Los universitarios se saltan las normas con fiestas ilegales

  • Las fiestas ilegales organizadas en su mayoría por estudiantes han sido motivo de preocupación y miedo para la sociedad

Carmen García
Madrid,

Desde el inicio de la pandemia los estudiantes han estado en el punto de mira. Sus hábitos que, en muchas ocasiones, los llevaban a saltarse las normas han sido motivo de alarma para gran parte del país. La tercera ola de la pandemia ya está aquí y, a pesar de que las restricciones cada vez son más duras, parece que a una minoría de la población no le importa demasiado. Durante las últimas semanas, las fiestas ilegales organizadas en su mayoría por estudiantes han sido motivo de preocupación y miedo para la sociedad y las autoridades han tenido que encargarse de desalojar y denunciar muchas de ellas.

La peor parte se vivió en las ciudades consideradas "universitarias". Salamanca, Valencia, Santiago de Compostela o Granada son conocidas por su vida estudiantil, reuniendo cada año a miles de alumnos que acuden a sus universidades de todas las puntas de España e incluso de Europa.

Una de las urbes que más se ha visto afectada por el coronavirus y por este tipo de fiestas ha sido Granada. De hecho, en octubre y noviembre llegó a ser el lugar de Andalucía cuya curva de contagios y hospitalizaciones de Covid-19 más preocupaba en toda España. Así, una vez superada la segunda ola, coincidiendo con el primer fin de semana con toque de queda hasta las once, grandes aglomeraciones y fiestas sin medida de seguridad fueron los protagonistas de la noche granadina, haciendo caso omiso a las autoridades y a las recomendaciones sanitarias. Fueron precisamente las redes sociales las que se hicieron eco de estos acontecimientos que delataban la falta de control y conciencia de los ciudadanos más jóvenes. La situación se desbordó hasta tal punto que la Policía Local tuvo que atender 72 actuaciones relacionadas con el incumplimiento de las medidas sanitarias contra la Covid-19.

Las sanciones por ruidos a partir de las 2 de la mañana subieron a 750 euros

Parece mentira que tras casi un año de pandemia y miles de fallecidos y contagiados a nuestras espaldas, algunos todavía se quieran desentender de lo que está pasando. La ciudad gallega por excelencia ha tenido un pequeño respiro en las navidades en lo que se refiere a las multas por fiestas en pisos. Con menos estudiantes en la ciudad, las sanciones por este tipo de reuniones nocturnas se han quedado solo en diez. La Policía Local impuso cuatro multas por fiestas en pisos la noche del 25 al 26; dos sanciones la noche del 23 al 24 y solo una en Nochebuena.

Mientras las autoridades buscan la forma de concienciar a los jóvenes sobre la situación de alarma que estamos viviendo estos meses, el Concello de Santiago se vio en la obligación de incrementar las sanciones por ruidos en viviendas, que pasaron de solo 200 euros a 500 si la multa se impone a partir de la medianoche y a 750 euros si la infracción se produce a partir de las dos de la mañana.

400 fiestas en Galicia

La sucesión de fiestas en los pisos de la capital gallega es una de las situaciones que más preocupa al Gobierno local. Según el último balance, con datos desde junio, los agentes acudieron a más de 400 fiestas.

Desde el principio la Xunta de Galicia ha tenido claro dónde estaba el foco principal de, por lo menos, la segunda ola de la epidemia: estudiantes universitarios y sus costumbres y, más concretamente, las fiestas en pisos, fiestas ilegales en locales y botellones.

La actualidad no es sinónimo de mejora, es más, todo lo contrario. A pesar de todos los avisos, los datos de Covid continúan empeorando no solo en la capital gallega, sino también en el resto del país, información que no parece importar a la minoría de los jóvenes que ha organizado fiestas tras su regreso a la ciudad después de sus vacaciones. Ni las cifras del coronavirus ni las sanciones económicas consiguen que algunos estudiantes universitarios dejen de comportarse de esta forma en plena pandemia.