Ecoaula
La otra cara de los exámenes online: suplantación de identidad en universitarios
- La Universidad de Lleida se plantea denunciar esta situación
Carmen García
Madrid,
Se convirtió en uno de los mayores miedos a la hora darle paso a la educación online. El desarrollo de las clases de forma telemática fue aparentemente bien hasta la llegada de los exámenes. El plagio o la suplantación de identidad son los principales problemas que tienen los profesores a la hora de plantearse un examen en estas condiciones. La experiencia de las clases telemáticas ha sido muy enriquecedora para muchos profesores y alumnos que han descubierto otra forma de aprender. Además, se descubrieron nuevas ventajas como una mayor flexibilidad horaria o recibir una educación más personalizada.
Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer y a pesar de que el fraude en la educación a distancia no es algo nuevo, la llegada de la pandemia ha hecho que esta situación empeorase. La falta de herramientas para controlar a los estudiantes ha hecho que los más irresponsables se aprovechen de la situación para cometer fraude. Es lo que ha pasado en la Universidad de Lleida.
Esta institución está investigando si hay alumnos que están pagando a otras personas para que les hagan los exámenes online. De hecho, hasta el momento se han encontrado universitarios que quedan con otros compañeros para hacer las pruebas juntos o bien aquellos que reciben ayuda de conocidos o estudiantes de cursos superiores. Fuentes de esta institución han reclamado que se trata de una "suplantación de la personalidad" y que se plantean denunciarlo en el caso de obtener pruebas suficientes.
Modalidad híbrida
Cada universidad decide de qué forma quiere llevar a cabo el proceso de evaluación. Muchas de ellas lo hacen partiendo de un modelo híbrido, en el que las pruebas son tanto online como presencial. Es el caso de la Universitat Rovira i Virgili (URV), que combina los exámenes para reducir la movilidad en los campus y cumplir con el protocolo para combatir la pandemia. Esta institución ha destacado que en todos los exámenes presenciales se ha respetado el límite de ocupación del aula del 30%, la ventilación del espacio y la distancia de seguridad entre estudiantes en sus asientos, así como la obligatoriedad de llevar la mascarilla y la desinfección de manos.
La tecnología también ha tenido un papel fundamental en esta nueva era de pandemia y, gracias a los códigos QR, esta universidad sabe en todo momento quién está dentro de cada aula sin tener que pasar lista. Además, todos aquellos estudiantes que se han visto afectados por la Covid y situaciones de confinamiento han podido posponer su evaluación a las fechas de la segunda convocatoria, sin perder el derecho a las dos convocatorias.
En la Universidad de Lleida concretamente el 20% de los exámenes se hacen virtuales en esta evaluación.
Cómo evitar el fraude
Desde el mes de marzo han sido muchas las ideas que la comunidad educativa ha desarrollado para que no se perdiera la calidad de la enseñanza. A la hora de planificar los exámenes online, muchas universidades utilizaron plataformas como Microsoft Teams o Zoom, con el vídeo y el micrófono abiertos y unas reglas estrictas como que la cámara tiene que enfocar la cara del estudiante y el papel que debe estar recién impreso lo rellenan a mano y luego lo escanean o fotografían.
Otras instituciones utilizaron el programa Smowl, que se trata de una herramienta de "proctoring" que utiliza reconocimiento facial e inteligencia artificial para verificar la identidad del alumno y monitorizar su actividad durante un examen.