Ecoaula
España es el país en el que menos se fomenta el uso de la tecnología en el aula
- La carrera formativa de los docentes antes de llegar a un aula requiere de múltiples esfuerzos
Carmen García
Madrid,
De nuevo, a la cola. Parece que la nueva normalidad de España es destacar, pero de forma negativa. La última clasificación en la que somos, literalmente, los peores es en la integración de las tecnologías en la enseñanza. Estos datos no son tranquilizadores y mucho menos tras el paso de una pandemia que está golpeando fuertemente a España en todos sus sectores, también en el educativo. Si en el mes de marzo la educación sufrió un fuerte batacazo con el cierre de todos los centros de formación, el inicio de curso en septiembre se convirtió en la mayor incertidumbre tras la vuelta del verano. A pesar de que se apostó principalmente por la presencialidad, el aumento de casos positivos por coronavirus en la que ya se denomina como segunda ola de la pandemia, ha obligado a muchos centros no solo a cerrar alguna de sus aulas, sino también a cerrar sus centros.
Ante esta situación, la tecnología y la digitalización se volvieron elementos imprescindibles a la hora de posibilitar la continuidad de la formación de los jóvenes estudiantes. No obstante, a pesar de que muchos centros contaban con las herramientas necesarias para dar este gran paso en tiempo récord, otros tuvieron serias dificultades para hacerlo, lo que demostró la poca inversión que hay en este país en todo lo relacionado con las tecnologías educativas.
PISA no miente
La situación empieza a ser crítica y es que, según el informe PISA de 2018, de los 79 países analizados, en el que menos se incentiva a los profesores a integrar tecnologías en la enseñanza es en España. El documento, denominado "Políticas efectivas, escuelas exitosas", analiza una serie de indicadores para determinar el grado de éxito de los sistemas educativos y, en él, España queda relegada, en general, a los últimos puestos.
Concretamente, en nuestro país solo el 53,3% de los escolares considera suficiente el número de dispositivos digitales conectados a Internet que se utiliza en las escuelas, mientras que la media de la OCDE es del 67,2%. Un porcentaje similar arroja cuando se mide la banda ancha o la velocidad de Internet en las escuelas, siendo suficiente para el 52,9% de los alumnos, cuando la media de la OCDE se sitúa en el 67,5%.
La carrera formativa de los docentes antes de llegar a un aula requiere de múltiples esfuerzos y del desarrollo de capacidades y habilidades necesarias para tratar con los estudiantes. Sin embargo, ¿qué porcentaje de su formación está destinada a la tecnología? Y, sobre todo, cuántos de estos docentes son partidarios de incluirla en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Llama la atención que solo el 11,5% de los profesores son incentivos para integrar dispositivos digitales en la enseñanza, con una diferencia de hasta más de 40 puntos con la media de la OCDE (56,7%), siendo España el país con peor puntuación.
Solo el 11% de los docentes integran la tecnología en la enseñanza
Son datos preocupantes, sobre todo visualizando el futuro más próximo de la educación, que será en su mayoría online y que requerirá toda la formación digital posible. El informe señala que solo el 33% de los docentes cuenta con el tiempo suficiente para preparar sus clases integrando estas tecnologías, de nuevo, muy por debajo de la media de la OCDE (60%), y superando únicamente a Hong Kong, Hungría, Letonia y Japón. Igualmente, el 51% de los centros educativos españoles cuenta con plataformas de aprendizaje online. En esta ocasión España se acerca más a la media de los países de la OCDE, que se sitúa en un 54%.
El Parlamento, en marcha
En vista a un futuro cargado de incertidumbre, el Congreso ha instado al Gobierno a aprobar un Plan de Digitalización e Inteligencia Artificial que aborde principalmente la reducción de la brecha digital y de aprendizaje, en colaboración con las comunidades autónomas y mejorar así su posición en el ranking. Su finalidad sería poder garantizar el derecho de todos a la educación y la igualdad de oportunidades, asegurando la continuidad educativa a distancia del alumnado.
Esta propuesta es el resultado de una enmienda entre el PSOE, PP, Unidas Podemos y Vox, que presentaron sus respectivas Proposiciones No de Ley (PNL) en la Comisión de Educación del Congreso del pasado lunes 28 de septiembre, todas ellas relacionadas con la digitalización en las aulas. Ha sido aprobada con 33 votos a favor, contando solo con el voto en contra de ERC, PNV y Bildu.
En lo que se refiere al alumnado, se pide fomentar la colaboración con las autonomías para garantizar que todos tengan acceso a un equipamiento tecnológico necesario para uso educativo, incidiendo en el alumnado con necesidades de apoyo educativo. En relación con el profesorado, se pide poner en marcha un plan especial de formación para los docentes en capacitación TIC sobre metodologías de enseñanzas activas; así como promover que todo el profesorado obtenga el reconocimiento de la competencia digital docente dentro del Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente. Finalmente, como novedad, el Congreso también ha pedido al ejecutivo que elaboren una guía de actuaciones educativas ante cualquier posible suspensión de la actividad presencial, que tenga en cuenta las necesidades de Infraestructuras de telecomunicaciones en todo el territorio, entre otros.