El profesorado no titular, una problemática con necesidades urgentes

El Ministro de Universidades, Manuel Castells, durante la presentación de sus líneas de actuación en el Congreso de los Diputados hizo referencia a la figura del profesorado asociado y a la necesidad de crear carreras contractuales y salarios dignos.

La plantilla docente de las universidades públicas españolas se encuentra envejecida, la edad media se sitúa en 54 años. Se prevé que las universidades entre 2016 y 2023 pierdan el 16,76% de su plantilla docente, con las actuales tasas de reposición impuestas no se puede generar una renovación de la plantilla.

La edad en la que se alcanza una estabilidad laboral en la docencia y la investigación es demasiado alta. No se proporcionan mecanismos de compatibilidad, muchas ocasiones debes iniciarte en la carrera investigadora sin beca y sin contrato o realizar estancias sin saber si te concederán la ayuda del ministerio o propia de la Universidad, provocando un adelanto de dinero que muchas personas no pueden permitirse.

La alta media de edad entre el profesorado provoca que cada vez se produzcan más jubilaciones en las aulas y esos docentes sean sustituidos por profesores asociados. El sistema universitario no puede sustentarse a base de estas figuras. Los asociados se plantearon como docentes que conectaran el mundo empresarial con la Universidad, aportando sus conocimientos procedentes del desarrollo de su actividad diaria en una empresa o institución a las aulas. Tal y como afirmó Castells en el Congreso "Surgieron para que profesionales pudiesen compartir su experiencia con una retribución residual y una compensación moral".

Pero diferentes factores han acabado afectando a esta figura, haciendo un uso incorrecto de la misma. La rigidez al que se ve sometido el Sistema Universitario Español - SUE - ha ocasionado una desvirtualización de la figura condicionada por diferentes factores como el problema de financiación de las universidades, las tasas de reposición establecidas por el Gobierno, que hacen que muchas universidades públicas no puedan renovar su plantilla, o la mala implantación y adaptación del SUE al Plan Bolonia. La figura ha sido utilizada para cubrir puestos estructurales que deberían ser cubiertos por profesorado titular o catedráticos.

Desde hace aproximadamente 10 años, ANECA ha acreditado a un total de 15.000 doctores con posibilidades de optar a un puesto fijo en cualquier universidad pública del Estado, pero la falta de convocatorias de oposiciones ha creado un tapón. Las universidades se han visto hasta ahora atadas de pies y manos por las bajas tasas de reposición, para 2020 situadas en el 100% para sectores prioritarios y el 75% para no prioritarios. Pero aún teniendo la posibilidad de poder renovar su plantilla entra en juego un segundo factor que condiciona el funcionamiento, la financiación, la falta de financiación estable para las universidades impide que se pueda generar una renovación de la plantilla, de catedráticos y profesorado permanente, volviendo una vez más al uso de la figura indebida del profesor asociado.

El estudiantado sufrimos con preocupación esta problemática. Vemos como el porcentaje de profesorado no titulares en condiciones precarias frente a los que poseen la plaza fija va aumentado. Existen múltiples figuras, además del profesorado asociado, que suplen esta falta de renovación. Desde la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas instamos al Ministerio a estudiar esta problemática para poder dar una solución estable y continuada a las universidades españolas.

Elaborado por la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP)