La necesaria renovación de las plantillas en la Universidad española

Durante la celebración del Congreso Español de Informática y ya hace unos años de eso, me comentaba un representante del Ministerio de Educación y Ciencia invitado a dicho evento que le había extrañado al tomar posesión y contrastar la edad media de los profesores universitarios, que esta era tan alta que si en lugar de una institución pública fuera una empresa privada lo primero que tendría que hacer es un programa de relevo generacional urgente. Desde aquellos años, la situación ha empeorado sensiblemente. Los que como yo estábamos cerca de cumplir los 50 años, estamos ahora cumpliendo los 60 y nos queda como máximo una década para dejar masivamente la Universidad.

Además de la jubilación de los que pertenecemos al llamado baby boom, otros hechos han empeorado la situación. Los recortes de la era Wert han cercenado la contratación de nuevos profesores y profesoras en las universidades mediante la aplicación cicatera de una tasa de reposición mezquina y para poder continuar la impartición de grados se ha contratado profesorado mediante figuras precarias, que hasta el actual ministro Castells ha calificado como contratos con "sueldos de miseria".

La situación va más allá de la calificación de preocupante. UGT ha solicitado desde hace tiempo regulaciones que incentiven una jubilación anticipada y que permitan el relevo generacional en las universidades, la eliminación de las trabas de contratación, abordar la conversión de las figuras fraudulentas de contratación que la inventiva universitaria ha hecho proliferar en toda nuestra geografía y la derogación de decretos destinados a torpedear en la línea de flotación a las universidades pergeñados por el exministro Wert.

A día de hoy, con una tasa de reposición de efectivos del 100%, se añade un 8% adicional por el II Acuerdo Administración-Sindicatos para II para la mejora del empleo público y las condiciones de trabajo, no estamos viendo una mejora de la situación.

Todo ello ha sido como clamar en el desierto y el resultado es la situación de emergencia que vivimos.

El Estatuto del Personal Docente e Investigador que empezamos a negociar con la Administración anterior contiene algunas ideas que pueden acabar con esta situación, y por otra parte también contiene algunas otras ideas que no gustan a los representantes sindicales, como, entre otras muchas, la obstinación en la doble vía funcionarial y contractual de las figuras de profesorado, ahora potenciándose incluso más de lo que la LOMLOU lo hacía y la nueva carrera de obstáculos que supone la tenure track propuesta para llegar a la consolidación en el puesto de trabajo. Compañeros y compañeras de nuestras universidades han superado sus concursos para plazas de Titular de Universidad alrededor de los 50 años y las nuevas normas no creemos que vayan a mejorar esa perversa situación.

Si el diálogo se consolida entre Ministerio de Universidades y organizaciones sindicales creemos que se podrán abordar algunos de los problemas endémicos de una Universidad envejecida, precaria y con sueldos bajos. En otro caso tendremos que observar el deterioro de un sistema universitario que, a pesar de los recortes impuestos, se ha mostrado capaz de superar la adversidad y obtener resultados notables en docencia e investigación. Las manos de la Unión General de Trabajadores están abiertas a la colaboración con las administraciones y esperamos ser útiles en el cometido de la superación de estos aciagos años de recortes. Esperamos, por tanto, la negociación inmediata de las medidas de mejora necesarias en la Mesa sectorial de Universidades que debería constituirse a la mayor brevedad posible, y para la que UGT ya ha planteado 20 propuestas que pueden consultarse en este enlace.

Elaborado por Manuel Ortega Cantero, Catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Castilla-La Mancha y Responsable del Sindicato de Universidad e Investigación de FeSP-UGT