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La formación de los agentes inmobiliarios y su profesionalización

  • La cultura de la propiedad ha frenado el desarrollo de este sector

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Madrid,

El mercado del alquiler en España se ha profesionalizado, y mucho, en los últimos años. Es cierto que en nuestro país la cultura de la propiedad ha frenado el desarrollo de este sector, pero cada día más nos encontramos ante un nuevo escenario que, fruto del acuerdo entre arrendadores e inquilinos, se consolida y despierta el interés de los ciudadanos.

La "cultura del ladrillo", el apego a los bienes raíces, muy propio de la realidad española hasta hace bien poco, no existe en el resto de Europa. Así, en Alemania, más del 40% de su población vive en alquiler. Los alemanes dedican sus recursos a un mejor coche, a viajar, a disfrutar del ocio y del tiempo libre...

Pero como nuestra realidad está cambiando, producto de una modernización de la mentalidad tanto de propietarios como de potenciales clientes, el mercado del alquiler se encuentra en alza, y batallando por solucionar problemas que les permitan propiciar su progreso y desarrollo. A ello contribuyen cada día las empresas y profesionales del sector que, con su esfuerzo y trabajo, están dotando de productividad y transparencia a una actividad que la necesita para fomentar el bienestar de sus protagonistas.

Y en gran medida ello está siendo posible gracias a la notable profesionalización de los agentes inmobiliarios, pilares de una actividad que hoy en día está inyectando confianza a sus clientes. Por fortuna, el intrusismo que sufrió el sector hace algunos años ya ha pasado al olvido. En la actualidad, el mercado se encuentra pilotado por empresas que están asentando su prestigio y que, por ejemplo, forman internamente a sus profesionales, o actualizan sus conocimientos de base en el área comercial.

Estos profesionales se forman en unos valores fundamentados en la honestidad y la transparencia -capitales en un sector que hace de la confianza entre partes su núcleo esencial-, y en una cultura técnica que exige una preparación rigurosa.

Alquilar un bien inmueble, o finamente adquirirlo, supone una inversión muy importante para los ciudadanos, que conceden a este aspecto de su vida una atención preferente, por las consecuencias que para su bienestar esto supone. Contar como compañero en este proceso a un profesional formado y honesto representa una elección crucial en cualquier operación que se acometa.

Más allá del debate sobre la exigencia de colegiación, sobre la que hay todo tipo de opiniones, los agentes inmobiliarios se forman, de modo continuado, en materias como técnicas de marketing y captación, comercialización y venta, mediación y cierre de operaciones, gerencia, negociación, cultura fiscal y legal, formación hipotecaria, etc. No hay que olvidar, por supuesto, la formación tecnológica, cada día más importante para responder, por ejemplo, a las exigencias tanto del marketing como de la comercialización online.

Con formación reglada de base, en el ámbito comercial cualquier oportunidad es buena para seguir actualizándose: cursos, talleres, másteres e incluso posgrados. Y sin olvidar nunca el talento innato y la experiencia que se va adquiriendo para destacar como agente inmobiliario porque se gestionan emociones, ilusiones por "conquistar" hogares, y muchas veces la psicología y la humanidad de los profesionales valen más para los clientes que cualquier titulación académica.

Elaborado por Lorenzo Colino, CEO DE Renta Garantizada