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Los estudiantes de carreras STEM tienen más facilidades para desarrollar una carrera creciente

    Imagen: THINKSTOCK

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    Entre la multitud de preguntas que se hace cualquier candidato ante una entrevista de trabajo, hay una que destaca por encima de las demás: ¿tendré lo que buscan?

    Sin embargo, se puede encontrar la respuesta a esta pregunta en la última edición del informe del Foro Económico Mundial. En él se exponen las diez habilidades más demandadas para 2022, entre las que destacan la capacidad de aprender de forma activa, tener pensamiento analítico, conocimientos de programación, inteligencia emocional o poseer influencia social.

    Bajo este marco, Alberto de Torres, profesor de ESIC Business & Marketing School, analiza cuáles son las capacidades que serán claves para generar una transformación de las empresas y cuáles están en declive, es decir, qué hay que tener para tener lo que buscan las organizaciones.

    En este sentido, una de las principales conclusiones es que los profesionales del futuro que tendrán más facilidad para poder desarrollar una carrera profesional creciente y con responsabilidad son aquellos cuyas competencias estén relacionadas con estudios STEM. Esto es, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Pero tener conocimientos técnicos en tecnologías habilitadoras como el Internet de las Cosas, big data o ciberseguridad no será suficiente.

    Trabajo en equipo y empatía

    Los soft skills serán también claves para contribuir a la incorporación de la tecnología a los procesos. Por eso, las empresas valorarán la capacidad de trabajar en equipo, de tomar decisiones, la empatía, la tolerancia a la presión o la resolución de conflictos. Así, De Torres apuesta por "un responsable de marketing que trabaje con soluciones de Inteligencia Artificial y big data, un abogado experimentado en blockchain y smart contract o un director de operaciones que lidere proyectos de automatización".

    Por otro lado, habilidades como la destreza manual, el manejo de recursos materiales y financieros e incluso el mantenimiento tecnológico están en declive, ya que la automatización de los procesos relegará a un segundo plano ciertas tareas que hoy se realizan manualmente. "Los nuevos profesionales tendrán que trabajar junto a sistemas inteligentes y robots", afirma De Torres, "y su motivación no será principalmente monetaria, sino los retos que supone su trabajo".