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Los efectos secundarios de la 'muerte' de Toys R Us: centros comerciales, jugueteras y empleados


    elEconomista.es

    La caída de Toys R Us supone un gran golpe para la industria juguetera de EEUU. La facturación de la compañía suponía el 15% del sector y sus tiendas eran uno de los principales canales de venta de fabricantes como Hasbro y Mattel. Además, dejará un vacío enorme en superficies comerciales al desaparecer más de 700 tiendas en un momento delicado para los propietarios de centros comerciales y activos dedicados al retail. l La 'muerte' silenciosa de los centros comerciales es peor de lo que parecía en EEUU

    Toys R Us es la última víctima del apocalipsis del retail que asola EEUU. El comercio minorista sufre una profunda crisis que ha provocado el cierre de más 7.000 tiendas en 2017, superando las cifras de la última recesión. La expansión del comercio electrónico, los cambios de hábitos de consumo y un lucha encarnecida por el precios está afectando a todos los sectores grandes almacenes, electrónica, textil o bricolaje.

    La otra cara de la crisis es el sector inmobiliario. Cientos de centros comerciales han cerrado por todo el país y cada vez les cuesta más a los propietarios encontrar inquilinos que garanticen una rentabilidad de las inversiones en ladrillo.

    La liquidación de Toys R Us tiene un profundo impacto para las inmobiliarias que tenían arrendadas su superficies a la juguetera. El cierre de las tiendas supone sacar de golpe a un mercado saturado de quiebras y cierres millones de metros cuadros.

    "Será difícil encontrar una solución para tanta superficie y en tanto lugares", explica a Bloomberg el consultor Rogers Kniffen de Worldwide Enterprises ante la situación que deja Toys R Us. "No hay muchas empresas que necesitan tantas tiendas y tantos metros cuadrados".

    La red de Toys R Us por EEUU ocupaba todo tipo de activos inmobiliarios desde tiendas de tamaño medio a grandes moles. La mayoría de ellos son propiedad de fondos de inversión, pero también tiene inmuebles en propiedad. Según la consultora de CoStar Group, los centros propios de Toys R Us son los que peor futuro tienen por su ubicación.

    Centros comerciales sin juguetes

    Los mejores establecimientos de la juguetera están en manos de grandes inmobiliarias del país como Simon Property o Kimco Realty. Estas tiendas están situadas en centros comerciales propicias para firmas en expansión como Michaels Cos, TJX o Ross Stores. Pero las negociaciones se pueden complicar debido al giro de estrategia de las cadenas. Compañías como Best Buy prefieren potenciar la venta on line en lugar de crecer físicamente y los supermercados Target apuestan por un modelo de tiendas más pequeñas en el centro de núcleos urbanos.

    Muchas de los establecimientos que abandonará Toy R Us podrán ser aprovechados para abrir tiendas más pequeñas dedicas al ocio como restaurantes, pero para las inmobiliarias supone reducir la rentabilidad que sacan por sus activos, indican los analistas de RBC Capital Markets.

    La desaparición de Toy R Us implica que los juguetes pierden exposición en los grandes centros de compras. Fabricantes como Hasbro y Mattel han temblado estas semanas en bolsa por la situación de la distribuidora. El grupo llegó facturar hasta el 15% de un negocio que mueve millones en EEUU.

    Los fabricantes de juguetes recibirán un duro golpe en sus ventas al peder uno de sus principales canales de venta. UBS estima que Hasbro perderá cerca del 3% de sus ventas y en el caso de Mattel la cifra será superior. El consejero delegado de Hasbro advirtió en resultados antes de llegar a la liquidación de Toy R Us que sufrirán interrupciones en el crecimiento a corto plazo.

    El futuro de los empleados

    Una situación que se espera que se repita para el conjunto del sector juguetero. Pero con la muerte de Toys R Us no solo se pierde un potente canal de venta, también la mejor manera para los fabricantes de sacar novedades y arriesgar en los productos. Target y Walmart pueden ocupar el vacío que deja la compañía, pero tradicionalmente solo permiten en sus estanterías los productos más vendidos.

    Algunas compañías de juguetes han expandido su presencia en lugares inesperados en los últimos años, por lo que el golpe no es tan malo como podría haber sido cuando Toys R Us tenía una enorme de participación en el mercado. Internet se ha convertido en el aliado de marcas de juguetes más pequeñas. Jeremy Padawer, copresidente de Wicked Cool Toys, fabricante de muñecas Cabbage Patch y juguetes Pokemon, reconoce que Amazon se ha convertido en la parte más importante de su negocio. Pero también han aparecido en las webs páginas especializadas en juguetes. Los supermercados, más centrados en alimentación, e incluso farmacias han sido otra de las opciones adoptadas por los fabricantes más pequeños.

    Sin duda, la situación más dramática de la caída de Toys R Us es la de sus trabajadores. Más de 30.000 empleados se quedarán en la calle en un momento en el que el sector de comercio minorista está expulsando a los trabajadores que buscan más seguridad y mejores salarios en otro tipo de empleos. Para más INRI, la plantilla de Toys R Us no recibirá ninguna indemnización por despido al estar acogida la compañía a la ley de bancarrota.

    Solo recibirán 60 días de compensación y la liquidación de los seguros de los beneficios sociales como seguros de salud. Además, los empleados cobraban el salario mínimo en comparación con otros grandes almacenes que han anunciado mejoras en los sueldos.