Distribución
El ticket restaurante busca su hueco en las pymes
- Negocio lastrado por el cambio normativo aprobado en diciembre de 2013
Gema Boiza
La pequeña penetración que los tickets restaurante han tenido en nuestro país y el frenazo que supuso la crisis y el cambio de ley en diciembre de 2013, reduciendo los beneficios fiscales que éstos suponían, dejó maltrechas a muchas de las compañías cuyo negocio estaba basado en ofertar este tipo de cheques a las empresas que a su vez querían proponérselo a sus trabajadores. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación
Sin embargo, la recuperación de la economía y el aumento de la confianza, tanto por parte de consumidores como de empresarios, podría darles de nuevo alas. Sobre todo a aquellas firmas que, viendo venir la hecatombe económica y financiera, diversificaron sus productos para diversificar su oferta y así limitar riesgos y daños.
Ese es el caso de Edenred. Una compañía que antes de ser lo que es hoy ha pasado por distintas manos y distintos nombres hasta que en el año 2010 se escindió de su último dueño -la división de servicios del grupo Accor-.
Actualmente, Edenred, presente en 42 países, opera en España con 140 personas y cuatro áreas de trabajo con las que pretende hacerse un hueco en las pequeñas y medianas empresas, especialmente del sector servicio, donde sus cheques puedan suponer ventajas tanto para empleados como para empleadores.
Cambio en la comercialización
De esas cuatro áreas la de restaurantes sigue siendo la que más potencial tiene y en la que Edenred seguirá poniendo su foco, según ha explicado a elEconomista Alimentación Manuel Asla, director de marketing de la firma. Eso sí, no como antes. "La forma de comercializar el producto ha cambiado y estamos migrando los tradicionales cheques a tarjetas -del formato de las bancarias como puede apreciarse en las fotografías de esta página y la siguiente-", sostiene el directivo.
Lo que no cambia, en su opinión, es el hecho de que estos tickets, que pueden ser de hasta nueve euros para que los trabajadores pueden pagar con ellos sus comidas en restaurantes, siguen siendo "una forma de aumentar el salario libre de cargas", aunque lo que antes era beneficio puro ahora, tras el cambio de ley de diciembre de 2013, es una retribución flexible. Lo mismo sucede con el cheque guardería -para que los trabajadores con hijos de cero a tres años se puedan deducir fiscalmente parte de lo que pagan por llevar a sus hijos a ese tipo de centros mientras ellos trabajan- y con el cheque transporte, con el que muchas empresas ofrecen a sus trabajadores pagarles el abono transporte para que teniendo en cuenta los beneficios sociales les salga más económico.
Mucho camino por recorrer
Para Manuel Asla este tipo de tickets tienen mucho camino por recorrer en nuestro país, especialmente en las empresas de las principales provincias y en aquéllas que están ligadas al sector servicios.
Además del ticket restaurante que, a juicio del directivo, "es el más importante de la pata vinculada a los beneficios sociales de Edenred", la compañía añadió sus servicios en 2009 con la puesta en marcha de un nuevo servicio dedicado a la gestión de los gastos en los viajes y desplazamientos.
Un servicio que, matiza Asla, "no es deducible fiscalmente". Para ofertar ese servicio a las empresas interesadas, Edenred creó hace ahora seis años una plataforma con tarjetas para que las empresas pudieran 'tirar' de ellas y dárselas a sus trabajadores cuando éstos tienen que viajar por motivos de trabajo.
Tarjetas que según el directivo están especialmente pensadas para las medianas empresas y para los emprendedores y autónomos, con el fin de que con ellas haya un control exhaustivo de los gastos de los trabajadores en la gasolina. Tarjetas que además permiten que el trabajador no tenga que adelantar dinero para, por ejemplo, repostar y que el empresario sepa al detalle cuál es el gasto que hace cada trabajador en ese tipo de repostajes.
A estas dos áreas de trabajo, Edenred también ha sumado en estos últimos años otra pata de negocio, consagrada a los regalos. Se trata de tarjetas regalos, tanto anónimas y desechables como nominativas y recargables que, según explica Manuel Asla, suponen "una alternativa para las empresas a la tradicional cesta de Navidad".
Cesta de Navidad o tarjeta regalo
Y es con ellas, las empresas pueden ofrecer a sus trabajadores la opción de comprar aquéllo que más les interesa, gusta o necesitan de parte de la empresa sin necesidad de que sea ésta la que decide por ellos dándoles productos de alimentación o bebidas.
A estas tres áreas, Edenred ha añadido otra que ha bautizado con el nombre de Programas Sociales Públicos (PSP) con los que se pueden gestionar los fondos públicos de, por ejemplo, Comunidades Autónomas o el propio Estado. Algo que la firma ya hace con el bono infantil de Valencia donde gestiona la subvención existente en esa Comunidad ligada al pago de las guarderías.
Con el fin de que todos estos productos lleguen a nuevas empresas y trabajadores, Edenred pretende ampliar su plantilla en España. "Estamos buscando ser más eficientes con más recursos y más personal, especialmente en las principales capitales del país", concluye.