Distribución
El gran consumo alerta de que el empleo tardará cinco años en recuperarse
- También pide una mayor flexibilidad en el mercado laboral
Javier Romera
"Necesitamos tiempo. Los dos grandes desequilibrios a los que se enfrenta la economía española son el paro y la deuda y tardarán por lo menos cinco años en corregirse". Así de contundente se ha mostrado en Barcelona Javier Campo, el presidente de Aecoc, la asociación que integra a fabricantes y distribuidores, durante la inauguración de su trigésimo congreso anual, al que asisten más de mil directivos.
Campo admitió que es difícil que los costes laborales sigan bajando, pero insistió en la necesidad de seguir ganando competitividad e instó al Gobierno que salga elegido tras las próximas elecciones generales en "cambiar la reforma laboral para incrementar la flexibilidad" en la contratación y el empleo.
El presidente de Aecoc advirtió, no obstante, que "los riesgos sobre la economía española están al alza, tanto por factores externos (...) como ante un posible freno en los procesos de ajuste como en la regresión de las reformas". En opinión de Campo, es necesario, como primera prioridad, una reforma educativa. "Hay qe sacar del debate político, partidista y sectario a la educación y hacer una reforma con vocación de continuidad. Lo que no puede seguir pasando es que se haga una reforma educativa cada tres o cinco años como hasta ahora. Es necesario un gran pacto de Estado", dijo .
Además de la reforma laboral y de la educación, para el presidente de la mayor organización española de gran consumo es necesario también llevar a cabo una reforma de las administraciones públicas, que elimine duplicidades y reduzca los gastos, y otra fiscal.
"Lo que ha habido hasta ahora es un juego de trileros. Te bajaban unos impuestos, te subían otros y al final se incrementaba la presión fiscal. Y eso mientras persiste además la amenaza de nuevos impuestos, como las tasas medioambientales", denunció. Según Campo, todas estas reformas son necesarias no sólo para ganar competitividad sino también para seguir manteniendo la confianza de los inversores internacionales. Y eso, en un entorno, en el que a pesar de todo la economía española está creciendo y el consumo lo hace a un ritmo de entre el tres y el cinco por ciento, "por encima de lo esperado".