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La pegada del Barcelona desespera al Real Madrid y mete a los de Valverde en una nueva final de Copa

  • El Real Madrid dominó en ocasiones, pero no tuvo acierto de cara a portería
  • Ter Stegen salvó varias veces al Barcelona cuando el partido iba empate a cero
  • El Barcelona fue mucho más efectivo: la primera ocasión clara fue gol

Alejandro Serrano Martínez

El Barcelona luchará el 25 de mayo por ganar su quinta Copa del Rey de manera consecutiva tras ganar con rotundidad por 0-3 al Real Madrid en la vuelta de las semifinales disputada en el estadio Santiago Bernabéu. Los de Solari fueron mejores en los 180 minutos, gozaron de más ocasiones, pero los de Valverde demostraron tener mucha mayor pegada. El fútbol es gol y en eso el equipo blaugrana, que no necesitó tirar de Messi tanto en la ida como en la vuelta, fue infinitamente mejor.

El equipo blanco encaró el Clásico de manera inteligente y desactivó el ataque azulgrana, que no existió hasta la segunda parte. Los de Solari tenían un plan bien diseñado: presionar con intensidad la salida de balón y evitar los pases entre líneas para que los centrocampistas culés no conectasen con los delanteros; cuando esto no pasaba, los merengues se replegaron atrás con dos líneas de cuatro que hicieron imposible la finalización de jugadas de Messi, Luis Suárez y Dembélé.

Los de Solari llevaron la voz cantante en ataque durante toda la primera mitad y dispusieron de varias ocasiones claras de gol. Primero Vinicius, negado de cara a portería, luego Benzema, que obligó a Ter Stegen a realizar la primera parada de mértido durante el partido, y luego el propio Vinicius con un remate desde dentro del área chica que se marchó alto. 

El Barcelona, con un Messi desaparecido, solo tuvo cierto peligro en dos centros de Dembélé que no encontraron rematador en el segundo palo. Los de Valverde, que buscaban el control a través de la posesión con un ritmo lento, no inquietaron la portería de Keylor Navas durante la primera mitad en ningún momento.

Tres zarpazos en 20 minutos

Tras la reanudación, el Real Madrid siguió con la misma dinámica que en la primera parte, pero fue el Barcelona el que mostró su gran pegada. Un pase de Alba a la espalda de Carvajal lo aprovechó Dembélé para asistir a Suárez. El uruguayo se adelantó a Ramos y envió el balón con un disparo al primer toque al palo largo corto de Keylor Navas. Primer disparo y primer gol.

El Real Madrid estaba eliminado y subió la intensidad para buscar el empate, pero el Barcelona estaba bien organizado atrás y tampoco dejó muchos huecos. Kroos lo intentó con un zurdazo, pero la más clara llegó en el minuto 62 con un cabezazo de Reguilón tras un centro de Vinicius (otra vez el mejor de los blancos), que sacó Ter Stegen cuando el Bernabéu ya cantaba el tanto del empate. 

El partido se volvió loco, con idas y vueltas, algo que no beneficiaba a los intereses del Barcelona. Los de Valverde bajaron entonces revoluciones y, aunque el Madrid tuvo otra ocasión tras un disparo raso y potente de Carvajal que atrapó Ter Stegen, sentenciaron la eliminatoria en una contra que finalizó en propia puerta Varane tras un preciso envío de Dembélé al segundo palo. 

Esto hizo bajar los brazos al Real Madrid y Luis Suárez se aprovechó de la desesperación de Casemiro para marcar a lo Panenka tras un penalti cometido por el futbolista brasileño. Con 0-3 y a falta de quince minutos, el partido se terminó. Los culés tampoco quisieron hacer más daño y Valverde fue reservando jugadores pensando en el siguiente Clásico del sábado.