Deporte y Negocio
Cómo un conflicto político ha vuelto a trasladarse al deporte: el triunfo de Qatar sobre Emiratos Árabes
- El combinado qatarí accede por primera vez en su historia a una gran final
- Desde 2017 siete países árabes han impuesto un bloqueo total sobre Doha
- Los aficionados de Qatar no han podido estar animando dentro del estadio
elEconomista.es
Madrid,
Este martes Qatar ha conseguido acceder a la final de la Copa de Asia 2019. Un triunfo de la selección que dirige el español Félix Sánchez Bas sobre la anfitriona Emiratos Árabes Unidos (4-0), que permite a los qataríes acceder por primera vez en su historia a la lucha por un gran título (contra la favorita Japón). Pero además, esta victoria ha tenido especial significado en el país de Oriente Medio por cómo y contra quién se ha dado: ante un Estado vecino con el que no tiene relaciones diplomáticas desde 2017 y cuya organización ha vetado la asistencia de aficionados de Qatar.
Los goles de Khoukhi, Almoez, Al Haydos e Ismaeil ya son historia del fútbol qatarí. Pero en el estadio Mohammed Bin Zayed de Abu Dhabi pocos de los presentes celebraron los tantos que tienen mucho trasfondo político detrás, pues han venido a significar el triunfo (deportivo) de Qatar sobre uno de sus grandes rivales culturales.
En junio de 2017, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Egipto y Bahrein anunciaron el bloqueo a su vecino árabe por razones políticas y de acercamiento a Turquía e Irán. Un pacto al que se suscribieron días más tarde Yemen, Libia y Maldivas y que durante casi dos años ha supuesto el aislacionismo diplomático y de fronteras de Qatar con casi todo su entorno (solo Kuwait y Omán mantienen relaciones estables dentro de la Península Arábiga).
Entre otras consecuencias, esto ha supuesto que los ciudadanos qataríes tengan prohibido pisar suelo de Emiratos Árabes, salvo un permiso muy especial y reservado para grandes personajes. Por ello, durante la Copa de Asia 2019, que se está celebrando en los siete emiratos, los 23 jugadores que dirige Félix Sánchez no han podido recibir el apoyo de los suyos.
La semifinal disputada en Abu Dhabi no iba a ser una excepción y, días antes, el organismo regulador del deporte en Emiratos compró todas las entradas para después regalarlas a sus aficionados. Con esta medida evitaron que el público omaní, que sí tiene permitido viajar por el país, entrara en masa al estadio para apoyar a Qatar como ya hiciera en los cinco duelos anteriores (con mayor relevancia en la liguilla ante Arabia Saudí, otra de las partidarias al bloqueo).
Pero con o sin afición, bajo una tremenda pitada al himno y al lanzamiento de objetos en los goles, el técnico español ha conseguido guiar a los suyos a la gesta y seguir, ante Emiratos Árabes Unidos, con su inmaculada racha de victorias sin recibir un solo gol en contra. Ahora les espera Japón en la lucha por el título (viernes 1 de febrero), aunque la selección de Qatar ya ha conseguido superar su historia y, de paso, llevar a su país el triunfo ante la atenta mirada de un conflicto político que vuelve a trasladarse a las fronteras del deporte.