Especial Cumbre del Clima
La Cumbre del Clima, aún sin final: se reanudan las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el mercado de carbono
- Un grupo de diez países liderados por Costa Rica busca un acuerdo más ambicioso
- Las empresas han expresado su frustración ante la falta de consenso
elEconomista.es
La cita mundial contra el cambio climático que se ha desarrollado desde hace más de diez días en Madrid se ha topado con problemas para poner un punto y final. La conferencia debería haber acabado este viernes con un acuerdo de todos los países participantes. Sin embargo, las distintas posiciones provocaron la prórroga de las negociaciones durante la madrugada, que se han vuelto a reanudar en la mañana de este sábado.
Todavía persisten muchas diferencias en asuntos clave de la negociación, entre ellos el artículo 6 del Acuerdo de París de 2015, que regula los mercados de carbono, una de las principales herramientas de los gobiernos para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Un grupo de diez países liderados por Costa Rica se han unido durante las negociaciones climáticas para incorporar los llamados Principios de San José para la Alta Integridad de los Mercados Internacionales de Carbono con el objetivo de crear un mecanismo "justo y sólido". El grupo lo componen, además de Costa Rica, Suiza, Belice, Colombia, Paraguay, Perú, Islas Marshall, Vanuatu, Luxemburgo e Islas Cook.
Un banco de carbono
Las negociaciones han continuado durante toda la noche e incluso se han intensificado de madrugada cuando Japón y la UE han intentado alcanzar una solución en relación a unos créditos especiales de CO2 que mantiene el país nipón. De haberse logrado una salida, habrían dejado solo a Brasil en su interés de traspasar al nuevo sistema de mercados de carbono sus créditos anteriores, algo a lo que se opone la UE, y también estos diez países, tal y como recogen los Principios de San José, según han informado a Europa Press fuentes de la negociación.
Traspasado el día previsto de cierre, este viernes 13 de diciembre, y con negociaciones que han continuado toda la noche, hacia las siete de la mañana todavía no existía un texto que se pudiese elevar al plenario para su aprobación.
Conocidos como el Grupo no convencional, estos países han estado trabajando desde la Pre-COP25 en San José (Costa Rica), para aumentar el nivel de ambición en las conversaciones sobre mercados de carbono.
El grupo presentó a la Presidencia de la COP de Chile un conjunto de principios que describen cómo podría ser un resultado exitoso, según señalan, en el Artículo 6 (mercados globales de carbono), con la esperanza de que ello respalde los esfuerzos de la Presidencia para alcanzar un resultado ambicioso.
Las empresas, irritadas
La falta de consenso irrita a las empresas comprometidas con la crisis climática, que "están empezando a frustrase", según ha declarado Nigel Topping, consejero delegado de la coalición We Mean Business, al conocer el borrador de la declaración final de la Cumbre del Clima de Madrid (COP 25).
We Mean Business es una coalición de 1.120 empresas con una capitalización bursátil de 20 billones de euros, entre las que figuran 30 compañías españolas. La entidad ha comparecido ante los medios de comunicación, junto con Greenpeace y la Confederación Sindical Internacional, para dar una valoración sobre la COP 25 y la situación de las negociaciones entre los estados.
"Hemos visto una gran ola de clara y audaz ambición por parte de las empresas líderes en los últimos dos años", señaló Topping, asegurando que "están por delante de los responsables políticos", que "se han comprometido en invertir en I+D y en transformar sus modelos de negocio, y esperan que estos responsables estén a la altura de esa ambición y eleven el nivel para que haya igualdad de condiciones con las que pueda ascender todo el mundo".
Topping recordó que en los últimos seis meses cerca de 200 empresas, con una facturación conjunta superior a los 2,5 billones de euros, se han comprometido a ser neutras en emisiones de CO2. El ejecutivo destacó que entre ellas se encuentran Acciona, Iberdrola, IKEA, Amazon, Maersk y Daymler, entre otras. En lo que va de año unas 700 compañías se han comprometido con objetivos basados en la ciencia, un 50% más que en 2018.