Construcción Inmobiliario

El efecto 'propietario': cada hogar eleva su gasto un 20% tras comprar una vivienda

  • El desembolso en muebles y electrodomésticos crece un 37%
  • Pese a la mejora de ventas, estos productos siguen lejos del nivel precrisis

Inés Calderón

Comprar una vivienda es mucho más que comprar una vivienda o, al menos, tiene como efecto inmediato la adquisición de otros objetos. Según un estudio de BBVA Research, el gasto de un hogar aumenta en torno al 20% al comprar una vivienda, independientemente de los cambios "que tengan lugar en el tamaño de la unidad familiar, los ingresos o la situación laboral de sus miembros". Es decir, sólo por poner a punto una casa, el gasto de una familia crece un 20%.

Esta fiebre no afecta igual a todos los productos, sino que especialmente empuja las compras de muebles y electrodomésticos. Según los cálculos de la entidad, este 'efecto propiedad' se traduce en un incremento del 37,5% del gasto familiar en muebles y del 36,7% línea blanca. Ambos sectores han conseguido repuntar en los últimos trimestres de la mano de la buena marcha del sector inmobiliario.

Además, la compra de viviendas también incide en otros productos. Por ejemplo, anima un 10,4% la adquisición de productos tecnológicos y un 6,6% la de nuevos automóviles. BBVA espera que la recuperación del sector inmobiliario continúe "durante 2018-2019, lo que contribuirá al incremento de las compras de muebles y electrodomésticos".

Se venden menos muebles

A pesar de la buena marcha de los últimos meses, todos los productos se encuentran muy lejos del nivel que registraban antes de la crisis. Las ventas de muebles llegaron a caer un 58% entre 2007 y 2013 para subir desde entonces un 27%. Su facturación es ahora un 40% inferior a la de entonces y el gasto medio por hogar en muebles ronda los 232 euros al año.

Lo mismo pasa con los electrodomésticos, si bien aquí hay importantes diferencias entre la evolución de unos y otros. Por ejemplo, mientras las ventas de lavadoras han caído un 18,5% desde máximos precrisis, las secadoras bajan un 50% y los congeladores lo hacen más de un 60%. En total, según la Encuesta de Presupuestos Familiares, las familias gastan al año en electrodomésticos otros 238 euros.

En el caso de los productos tecnológicos, también hay disparidad. De media, el comercio de tecnología habría recuperado casi el 75% de la facturación perdida durante la crisis, pero que las ventas de electrónica de consumo serían hoy la mitad que las de 2007. Por ejemplo, según los datos de BBVA Research, casi el 100% de los hogares disponen de televisión y teléfono móvil, al igual que sucedía antes de la crisis. En el caso de los ordenadores, la tasa de penetración está en torno al 80%, por encima de la que registraba antes de la crisis. Por el contrario, productos como los vídeos, DVD o cadenas musicales son objetos menos habituales de lo que eran antes de la crisis.

BBVA cree que el consumo privado crecerá menos que en años previos. En concreto, espera un avance del 2,2% y del 1,9% en 2019, frente al 2,5% que aumentó en 2017. Ello, a pesar de que la inversión en vivienda residencial podría estar creciendo a un ritmo del 6,6% anual.