Sacyr da el salto definitivo a EEUU con un contrato de 2.600 millones
- Saca provecho de su alianza con la firma Manhattan Construction
Javier Mesones
Sacyr ha arrancado el nuevo año con noticias positivas desde Estados Unidos. La constructora española ha sido seleccionada como oferta preferente para modernizar y gestionar durante 35 años la planta de tratamiento de residuos de Hartford, en el Estado de Connecticut. El proyecto contempla una inversión de entre 200 milones y 250 millones de dólares (entre 167 millones y 208 millones de euros al cambio actual) y una cartera de negocio para el grupo durante el periodo de operación de más de 3.000 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros).
Sacyr consigue así su segundo contrato en Estados Unidos, aunque el primero, un año y medio después de ganarlo, todavía no ha sido corroborado. Se trata del diseño, construcción y explotación de dos plantas de residuos en Baltimore, en el Estado de Maryland. El proyecto contemplaba una inversión de 185 millones e ingresos por 850 millones de dólares (710 millones de euros) durante los 25 años de operación de las instalaciones.
Tanto para aquel contrato como para el que ahora se ha adjudicado en Connecticut, Sacyr se ha aliado con su socio en Estados Unidos, Manhattan Construction Group. El Departamento de Energía y Protección Ambiental (Deep) del Estado ha elegido al consorcio que conforman, denominado Sacyr Rooney, que se ha impuesto así en la fase final a las dos propuestas que lideraban Mustang Renewable Power Ventures y Covanta Energy.
En el consorcio de Sacyr y Man- hattan Construction participan además otras empresas como Synagro, GE Power, Richter & Cegan, CWPM, Crosskey Architecs y Zuvic, Carr and Associates.
La modernización de la planta, que implicará aumentar el peso del reciclaje hasta el 40% de la basura que recibe y bajar el de la incineración de residuos a la mitad -que transforma en energía-, tendrá una duración estimada de tres años. Todo ello tendrá importantes beneficios medioambientales y también económicos, toda vez que las tarifas para los clientes serán más bajas que las actuales. No obstante, Sacyr iniciará la explotación de la instalación, la más grande de este tipo de Connecticut, desde el mo- mento en que se firme el contrato, un hito que se espera que tenga lugar el próximo mes de agosto. La planta recibe un tercio de los residuos del Estado de Connecticut, unas 700.000 toneladas por año, y actúa como proveedor de la Autoridad del Reciclaje (Mira).
Comprar otra constructora
El Deep supervisará las negociaciones entre Sacyr Rooney, Mira y la ciudad de Hartford para llegar a un acuerdo final el próximo verano. En caso de no alcanzarlo, la autoridad se reserva el derecho de invitar para iniciar una negociación a Mustang Renewable Power Ventures.
Con esta contratación, Sacyr da un paso decisivo en su desembarco en el mercado de Estados Unidos. La compañía que preside Ma- nuel Manrique ha hecho buena la alianza con Manhattan Construction que formalizó en noviembre de 2014, con la intención de acelerar su entrada en el país, donde otros competidores nacionales como ACS, Ferrovial y OHL ya cuentan con una destacada posición.
La compañía española tiene intención de adquirir, a medio plazo, una nueva constructora estadounidense con la que ampliar sus opciones en otras zonas del país, tal y como ha reconocido su presidente.
Sacyr tiene en Norteamérica su gran reto estratégico para el corto y medio plazo. El foco principal lo centra en construcción y concesiones, aunque también en industrial y tratamiento de residuos. La compañía trabaja en cerca de medio centenar de licitaciones, tanto en Estados Unidos como en Canadá, con unos presupuestos que superan los 20.000 millones de euros. La multinacional española quiere asumir así un papel protagonista en los planes de inversión en infraestructuras de Donald Trump y Justin Trudeau.
Sacyr desarrolla las actividades de construcción y gestión de infraestructuras, proyectos industriales y servicios en una treintena de países en los cinco continentes. Hasta el tercer trimestre de 2017, el grupo registró unos ingresos de 2.248 millones de euros, de los que el 56% (1.261 millones) procedieron de sus mercados internacionales. Este porcentaje representa cuatro punto más que un año antes.
Mientras, la cartera de negocio alcanzó los 29.683 millones, de los que el 61% corresponden a proyectos en el exterior, 12 puntos más que el nivel que registraba a finales de 2016.