Ciencia

Ikea en la intimidad: así se gestan las discusiones, divorcios y terapias para reconstruir el amor

    Una pareja sale de comprar en Ikea.

    EcoDiario.es

    Ikea no es simplemente la mayor y más popular empresa de muebles asequible del mundo. También es un espacio que, pese a estar construido para que el cliente se sienta cómodo e imagine una vida mejor, suele estar ligado a la conflictividad en la pareja.

    Según relata el diario El Mundo, el 80% de las personas que acuden a una tienda Ikea lo hace acompañada, y un 65% de este grupo, por su pareja. Estas visitas están ligadas a las discusiones.

    ¿Por qué saltan las chispas en las naves de la empresa sueca? Según distintos psicólogos consultados, durante una de estas visitas entran en confrontación los valores de la pareja, sus roles y problemas latentes. A esto también contribuyen las diferencias entre hombres y mujeres que provocan los primeros roces durante el recorrido.

    Estas son las principales causas de discusión en Ikea:

    -La ilusión por elegir los muebles es mayor en un miembro de la pareja que en el otro.

    -Las mujeres atienden más a la estética; los hombres, a la funcionalidad. Estos aspectos hacen complicado el ponerse de acuerdo en las elecciones de muebles y complementos.

    -El tiempo del recorrido en la tienda. Los hombres se impacientan antes; las mujeres apuestan por explorar más, no solo lo que está en la lista de la compra.

    -La visión de las mujeres es más panorámica, atienden a la tienda de modo global. Los hombres tienen una visión más centrada, solo reparan en los objetos situados a tres metros como máximo.

    -El momento párking. Es decir, una vez realizada la compra, llega el momento de acoplar todo lo adquirido en el coche. En ocasiones, se trata de una misión difícil que también acaba en bronca.

    Una vez en casa, el 'efecto Ikea' continúa dando coletazos con el montaje de los muebles, donde vuelven a repetirse las discusiones. Existe en concreto una pieza de mobiliario que es conocida por la conflictividad que genera en su montaje y se ha ganado el sobrenombre jocoso de 'provocadivorcios'. Se trata del mueble de salón Liatorp.

    Sin embargo, no todo son inconvenientes. El 'efecto Ikea' también ha inspirado terapias para reconstruir el amor, como la que ha desarrollado la psicóloga de la Universidad de California Ramani Durvasula. Cogiendo el toro por los cuernos, esta profesional pone a las parejas en su consulta a montar muebles con mayor o menor dificultad para entrenar el trabajo en equipo en el seno de la pareja.