Cataluña

Colau indigna al comercio barcelonés con su defensa del 'top manta' local

  • El sector lamenta que la política municipal actual perjudica a los negocios de la capital
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en su encuentro con comerciantes. EE

Estela López
Barcelona,

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, provocó ayer la indignación de los comerciantes asistentes a una conferencia sectorial de la edil organizada por las entidades Barcelona Comerç y Barcelona Oberta.

El desencadenante fue la defensa que hizo Colau del apoyo municipal a los vendedores del top manta, aunque no fue el único motivo de desencuentro.

Argumentó que no se puede poner al mismo nivel de exigencia normativa al comercio y la venta callejera ilegal porque el segundo grupo está formado por personas vulnerables que necesitan ayuda para poder dedicarse a actividades legales, y lo ejemplificó con el caso de una mujer con estudios pero sin papeles que aseguraba vender en la calle como única alternativa a la prostitución.

Algunos de los asistentes reprocharon a la alcaldesa dicho ejemplo y lamentaron que hay cada vez más vendedores del top manta que cuentan con permiso de empleo o residencia pero se mantienen en la venta ilegal. Colau desvió la apelación culpando a la Generalitat y al Estado de la falta de planes de empleo y de persecución de los envíos de mercancías falsificadas.

También utilizó la carta de la falta de competencias municipales y dejación de funciones de la administración autonómica y central en el caso del aumento de la inseguridad y de los problemas de movilidad en el área metropolitana de Barcelona.

Sí que reconoció lentitud en la concesión de licencias para la apertura de nuevos comercios, y prometió para la siguiente legislatura un plan de 30 millones de euros para comprar y rehabilitar locales vacíos y comercializarlos a precios un 30 por ciento por debajo de las tarifas del mercado con el objetivo de revitalizar los comercios de barrio. Y es que, actualmente, un 23 por ciento de los bajos comerciales de la ciudad tienen la persiana bajada.

Un vecino más

Los comerciantes intentaron, sin éxito aparente, trasladar a la alcaldesa su preocupación por los perjuicios que sufren por la colocación de los carriles bici, el despliegue de las supermanzanas peatonales o la turismofobia consistorial.

Lamentaron que el Ayuntamiento barcelonés afirma pensar en los vecinos, pero les da la impresión que solo se refiere a los particulares, pese a que los comercios son también parte del vecindario. Colau replicó que todo es mejorable, pero se ratificó en su defensa de la extensión de la red de carriles bici, en el despliegue de más espacios peatonales y en los límites al turismo.