Cataluña

Planeta no ve condiciones para retornar su sede social a Barcelona

  • El grupo amplía el consejo con varias ramas de la familia Lara
  • Espera vender Editis a Vivendi por 900 millones antes de fin de año
  • La patrimonial Inversiones Hemisferio contempla su liquidación
El presidente de Planeta, José Crehueras. Foto: Luis Moreno

Estela López
Barcelona,

Planeta fue una de las miles de empresas que hace un año decidieron mover su sede social fuera de Cataluña por temor a la inestabilidad política, y cree que "las condiciones no han cambiado", afirmó ayer el presidente del grupo editorial, José Creuheras, en la rueda de prensa con motivo de la 67 edición del Premio Planeta de novela.

La compañía trasladó su domicilio social de Barcelona a Madrid buscando seguridad jurídica, y de momento no se ha planteado volver porque no ve motivos, indicó el directivo, que hace un año calificó la decisión de "definitiva" y ayer de "firme".

En declaraciones posteriores a la prensa, expuso que "desafortunadamente" el pulso de la economía catalana no se ha recuperado desde el otoño pasado, no solo en el mundo editorial, sino en el del comercio y los servicios en general: "No empeora, pero no ha recuperado el tono anterior". En La Casa del Libro de Barcelona, las ventas llegaron a caer un 25 por ciento en la primera quincena de octubre de 2017.

Ante estas percepciones, no se auguran efectos empresariales para la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de revertir el decreto aprobado hace un año por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para facilitar los cambios de sede a otras autonomías sin tener que convocar junta de accionistas. Con todo, Creuheras indicó que coincide en la interpretación de que cuando se produzca el retorno de sedes corporativas será "un signo de normalidad".

Crehueras aprovechó la rueda de prensa para reclamar "mayor atención" por parte de las administraciones públicas al negocio editorial, haciendo hincapié en tres pilares: la preservación de las librerías, un plan "de concienciacón y respeto por la propiedad intelectual" para combatir la pitatería, y un plan de fomento de la lectura.

En el caso de la piratería, lamentó que ese apelativo le da un aire de romanticismo pero que es "directamente robar", y lamentó que en España ha crecido un 12 por ciento el último año con 420 millones de descargas ilegales de libros, lo que supoe 800 ejemplares por minuto.

De todas formas, el negocio del libro convencional en España sigue su senda creciente desde 2014, y actualmente ronda una facturación de unos 1.000 millones de euros, frente a los 800 millones de hace cuatro años, cuando el sector tocó fondo, aunque todavía por debajo de los 1.200 millones que alcanzó en 2010.

En lo que respecta a Grupo Planeta, su facturación conjunta de 2017 (entre sector editorial, audiovisual y formativo) fue ligeramente inferior a la del ejercicio precedente, rondando los 3.000 millones (3.220 en 2016), mientras que el ebitda avanzó casi un 15 por ciento, de 370 a 425 millones de euros, según los datos desvelados ayer por Crehueras, que augura un 2018 en la misma línea que 2017.

La clave del cierre del ejercicio estará en si se hace efectiva antes de fin de año la venta de la editorial francesa Editis a Vivendi, por unos 900 millones, frente a los 1.000 millones por los que Planeta la compró hace una década. La salida del que es el segundo grupo editorial francés reducirá el peso internacional de Planeta, que prevé recuperar posiciones en los próximos años con nuevos proyectos en solitario y mediante alianzas.

Entre ellos figura la nueva editorial Artika para publicar libros de artistas, la alianza con DeAgostini para estrenar en abril de 2019 un Premio Planeta en Italia -con 150.000 euros para el ganador, frente a los 601.000 del galardón en lengua española-, y el acuerdo con el grupo surcoreano CJ Entertaiment & Media -líder de las competiciones de e-Sports en Asia- para lanzar una liga europea de estos concursos de videojuegos.

Distanciamiento familiar

La tercera generación de la familia Lara ha acabado con la unidad en la primera línea de la gestión empresarial que aportaron primero el fundador del grupo, José Manuel Lara Hernández, y después uno de sus cuatro hijos, José Manuel Lara Bosch, fallecido a principios de 2015. José Lara García -hijo de Lara Bosch- parecía ser el elegido para suceder a su padre tras unos años de transición bajo la presidencia de Crehueras, pero a principios de este año fue relevado como consejero delegado por el vicepresidente, Carlos Fernández.

Lara García se mantiene en el consejo de administración como representante de su rama familiar, pero ahora acompañado de dos primos, lo que ha supuesto ampliar el consejo de cuatro a seis miembros. Se han incorporado Fernando Lara Hoces, hijo de Fernando Lara Bosch, y Laura Falcó Lara, hija de Inés Lara Bosch, sumándose a Lara García, Crehueras, Fernández y el secretario general, Luis Elías.

Asimismo, la empresa patrimonial de la familia, Inversiones Hemisferio, será liquidada "seguramente" a finales de este año tras afrontar una deuda de 700 millones con la venta de sus grandes activos: la sede de Planeta en la Diagonal, las acciones de la familia en Banco Sabadell y el 40 por ciento de Editis.