"Las empresas de alto impacto social no tienen que renunciar a la rentabilidad económica"
- Maite Fibla, Cofundadora de Ship2B, responsable del área de emprendedores y del programa "Mujeres de impacto"
Cristina Triana
Ship2B acaba de lanzar la primera área de la tercera edición de su programa de aceleración de empresas de impacto social.
En ella, la fundación tratará de impulsar a los emprendedores, hombres o mujeres, que aborden y mejoren problemáticas femeninas. Pero su implicación con la aportación de la mujer al mundo empresarial es más profunda. Women's Challenge es sólo una de las cuatro patas del programa de aceleración que Ship2B va a poner en marcha este año, pero todos los participantes se llevarán algo que no es común en el mundo corporativo: el asesoramiento de una mujer empresaria o inversora de primer nivel. En cuatro años de vida, Ship2B ha atraído a su red a varias decenas de mujeres de impacto, que mentorizan, invierten, o ambas cosas, en las compañías que la fundación acelera. Maite Fibla espera que, al igual que sucede en los países anglosajones, las empresas de alto impacto social, que son mayoritariamente sociedades limitadas, tengan pronto una forma jurídica específica en España.
¿Cómo han conseguido crear una red con una participación femenina tan alta en el asesoramiento de las empresas que aceleran?
Cuando empezamos a trabajar en la creación de la fundación empezamos a buscar mujeres que se quisieran sumar a nuestra iniciativa y nos dimos cuenta que en el ecosistema emprendedor e inversor había muy pocas. De hecho, cuando inicialmente revisábamos los mentores que participaban y los inversores, la gran mayoría eran hombres. Fue entonces cuando decidimos que teníamos que implicar a más mujeres y que necesitábamos más presencia femenina. Creemos que es clave que en nuestros proyectos de impacto social todas nuestra empresas cuente en sus consejos de administración con mujeres, que aporten su punto de vista, que puede ser diferente al masculino.
¿Cuál es el porcentaje de mujeres en su red de inversores?
El 20 por ciento. En otras redes de business angels españoles el porcentaje es incluso inferior al 5 por ciento. Además, nuestro lema es que ningún proyecto acelerado por Ship2B puede salir sin recibir la mentoría de una mujer, aunque el grado de compromiso de cada una de las participantes en el programa Mujeres de impacto es diferente. De forma general, les pedimos que sean activas y que estén dispuestas a asesorar los proyectos emprendedores. También que, en la medida de lo posible, cuando vean que existe un encaje entre el emprendedor y ellas, lleguen a invertir en algunos negocios. Además, desde este año tenemos un vehículo de coinversión de 1,2 millones de euros, y algunas han aportado capital.
¿Qué aportan de diferencial a un consejo de administración?
Por una parte, está más que comprobado que el liderazgo femenino suele ser muy diferente al masculino. No me gusta generalizar, pero, en teoría las mujeres somos más conciliadoras, nos gusta recurrir al diálogo para resolver conflictos y tendemos a arropar a los nuestros. Otro elemento es que la mujer conoce sus retos tanto a la hora de poner en marcha una iniciativa empresarial, como en el desarrollo de una carrera profesional. Al tener claro los hándicap, somos más capaces de implementar en el marco de las organizaciones empresariales mecanismos que faciliten y que eliminen las barreras a las carreras profesionales.
¿Cree que la mujer es más conservadora en la toma de decisiones?
No. Por mi experiencia, pienso que reflexionamos más sobre las cosas y evaluamos más las alternativas a la hora de tomar una decisión. Creo que este hecho va relacionado con que, cuando fallamos, somos más duras con nosotras mismas porque nuestro entorno no nos permite equivocarnos tanto como en el caso de los hombres.
¿Y cómo valora las cuotas? ¿Piensa que es una manera útil de que las mujeres accedan a los órganos de gestión de las empresas?
Es un debate complicado. Ojalá no fueran necesarias, pero en el momento en que estamos asegura que ciertos colectivos más vulnerables, alcancen ciertos puestos. El problema es cómo medimos estas cuotas, porque, no por garantizarlas, hay que poner mujeres a dedo. Debemos aplicar criterios de meritocracia para asegurar que se avanza y que las personas que cubren estos puestos también son las más preparadas.
¿Cree que las mujeres empresarias tendrán un mayor protagonismo en el futuro? Todavía hoy los hombres son los más numerosos al frente de las empresas, de lo que Catalunya es un claro ejemplo...
Estoy convencida de que las mujeres ganarán protagonismo si se las deja. Las mujeres que son empresarias trabajan y hacen su networking para que su negocio vaya bien. Pero necesitamos que también se las vea. Por ejemplo, que cuando se busquen empresarios que acudan a dar conferencias se las tenga en cuenta. Es verdad que nos faltan referentes, que veamos mujeres que pensemos "queremos ser como ellas", pero es probable que esto cambie con el tiempo.
¿Hasta qué punto ha influido que dos de los tres fundadores de Ship2B sean mujeres en el nacimiento de ?Mujeres de impacto?
Bastante. Tuvimos la sensibilidad de ir buscando mujeres inversoras. Luego ellas mismas, a través de su red de contactos, nos presentaron a otras. Como responsable del programa me doy cuenta del enorme talento que tienen muchas mujeres empresarias. Desde muy pronto pensamos que no podíamos permitir que se desperdiciara.
No obstante su enfoque pro femenino, ustedes también apuestan por lo masculino en sus programas...
Evidentemente. La mayoría de nuestros mentores e inversores son hombres e intervienen directamente en todos los proyectos. De hecho, en el programa Women's Challenge, buscamos emprendedores, independientemente de su sexo, que creen proyectos con alto impacto social para la mujer. Pero tenemos otros tres programas. En B-Ready, que es nuestra área de aceleración, este año vamos a crear cuatro aceleradoras verticales. Una de ellas es Women?s Challenge. Además, tendremos otra de Turismo responsable y accesible y también un programa de Tech&Health, que acelerará empresas del sector salud con base tecnológica. Por último, lanzaremos otra aceleradora de vivienda accesible y servicio a las personas. Queremos seleccionar entre tres y cuatro proyectos por cada área.
¿Qué empresas pueden recibir su apoyo y el de su red de inversores?
El programa de aceleración es para proyectos que ya tengan un primer piloto y que se encuentran en fase de empezar a vender sus productos o de aceleración de los ingresos; es decir, en fase de validación del mercado. Lo que hacemos nosotros es ayudarles a construir y adquirir métricas que les permitan obtener financiación. Si ésta no llega desde nuestra red de inversores, pues les ayudamos a buscarla. En la incubadora lo que hacemos es trabajar en ideas de proyectos con un alto impacto social.
¿Ofrecen su asesoramiento a emprendedores con ánimo de lucro?
La forma jurídica no es lo relevante y, de hecho, la mayoría de las empresas que hemos acelerado son sociedades limitadas. Lo que buscamos son empresas con un elevado impacto social, pero eso no quiere decir que renuncien a la rentabilidad económica. De hecho, existen muchos ejemplos de empresas que generan mayor impacto social cuanto más rentables son. Nosotros estamos buscando este tipo de modelos de negocio. En los países anglosajones existe una forma jurídica concreta de empresa social, que estamos tratando de impulsar también en España. Ahora mismo hay una propuesta en el Senado para crear esta nueva forma jurídica específica. En el modelo anglosajón, este tipo de compañía paga impuestos igualmente, pero quienes invierten en ellas cuentan con ventajas fiscales. En esta materia, en España todavía vamos diez años por detrás porque en otros países incluso existen mercados de valores especializados en valores con alto impacto social, que son diferentes al MAB o al Alternext, especializado en pequeñas y medianas compañías.
¿La crisis económica ha incrementado la sensibilidad de los emprendedores hacia la creación de empresas con este valor añadido?
La crisis económica ha puesto de manifiesto que llega un momento que el estado de bienestar no puede asumirlo todo. Y que necesitamos algo más, pero que ese algo más no puede ser la filantropía porque con la crisis también se ha visto reducida. Pero si tenemos empresas sociales, como sucede en Reino Unido o en Estados Unidos, ese hueco queda compensado. Efectivamente, la gente ha aprendido que no se puede quedar esperando a que otros resuelvan sus problemas, pero el inversor no está haciendo filantropía. Nuestra red de inversores, que está compuesta por 400 personas, family offices y fondos, busca tener impacto social, pero también lograr una rentabilidad económica. Ambos tienen que ir de la mano.
¿Cuántas empresas han impulsado en las distintas ediciones de sus programas de aceleración?
En el primero, aceleramos nueve y conseguimos financiación para cuatro, levantando unos 700.000 euros. En el segundo, que está en vigor, estamos acelerando quince compañías y en ronda de financiación han entrado siete.
¿Cómo miden el retorno social?
No hay una definición única de qué es impacto social. Lo principal es que resuelva una problemática social y según esta problemática se construyen los indicadores de impacto. Algunos son cuantitativos, otros son cualitativos,depende de cada empresa.
¿Cómo preparan la estrategia de salida? ¿Pueden los emprendedores recuperar el control total del capital?
Existen distintas opciones de inversión dentro de nuestra red de inversores. Se puede articular distintos tipos de financiación, que vayan desde un préstamo a un contrato de adquisición de acciones con pacto de recompra. Además, hay muchas empresas que acuden a una segunda ronda de inversión. El objetivo de nuestro programa es acelerar proyectos de alto impacto, pero que también quieran escalar y crecer. Por tanto, lo lógico es que tiendan a realizar varias rondas de financiación y el inversor siempre tiene la posibilidad de salir en uno de esos procesos.
El año pasado también lanzaron un fondo especializado en la inversión en empresas con impacto social y captaron 1,2 millones de euros...
Sí y en junio vamos a hacer un segundo cierre porque hay muchos inversores que quieren ampliar la inversión inicial y otros quieren entrar.
¿Qué rentabilidad objetivo tiene este fondo?
Nuestro objetivo es lograr un retorno de la inversión (TIR) entre el 10 y el 20 por ciento.
¿Invierte este producto en todas las compañías que aceleran?
No. El fondo invierte en sociedades limitadas que ofrecen el objetivo de rentabilidad que le he explicado, mientras que en nuestro programa de aceleración reservamos plazas para empresas con gran impacto social, pero con expectativas de crecimiento menores. Lo que hacemos, en este caso, es que las aceleramos y también las ayudamos a encontrar financiación.
¿Cómo seleccionan los proyectos en los que toma una participación el fondo que no proceden de vuestros programas?
Normalmente son empresas que ya han validado su mercado y que están yendo a segundas y terceras rondas de financiación. En el fondo invertimos en dos tipos de compañías: las que salen de nuestro programa de aceleración y que, normalmente, se enfrentan a su primera ronda de financiación y buscan captar entre 100.000 y 150.000 euros y su valor ronda los 800.000 ó 900.000 euros. Luego tenemos otro grupo, que son startups que están tratando de captar 400.000, 600.000 o incluso un millón de euros. Su valoración rondaría los 1,5 - 2,5 millones. Estos proyectos no necesitan empezar el proceso desde cero.