Cataluña

Un juez de Barcelona imputa por injurias al consejero delegado de Panrico

  • Gila desmiente "clara y rotundamente" haber realizado las declaraciones

EFE

Un juez de Barcelona ha citado a declarar como imputado al consejero delegado de Panrico, Carlos Gila, por un delito de injurias cuando presuntamente aseguró que temía que los trabajadores del comité de la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) pudieran envenenar los "donuts".

En un auto, al que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 16 de Barcelona ha admitido a trámite la querella presentada por un centenar de empleados de la planta de Santa Perpètua de Mogoda contra el responsable de la industria Panrico en España, por un delito de injurias graves hechas con publicidad y una falta de injurias.

Gila fue nombrado en septiembre de 2013 consejero delegado de Panrico, cuya planta de Santa Perpètua de Mogoda reanudó la producción el pasado mes de diciembre después de que su plantilla protagonizara la huelga industrial más larga de España (se prolongó más de ocho meses) contra un plan de despidos.

Según recoge la denuncia, que hace referencia a una entrevista concedida por Carlos Gila al periódico "Cinco Días" en el marco de esta protesta laboral, el directivo afirmó que "no se podía confiar" en que los trabajadores del comité de la planta de Barcelona no envenenaran los "Donuts" que se producen en esa fábrica.

La querella, redactada por el abogado Jaume Asens, recoge textualmente las expresiones del directivo: "Es difícil hacer planes de futuro para la planta y no caer en la cuenta de que con una plantilla tan salvajemente ideologizada, tan violenta, tan descerebrada, nadie nos va a garantizar que a alguno se le ocurra sabotear la producción y envenenar algunos de nuestros productos".

En su auto, el juez sostiene que las expresiones proferidas por Carlos Gila podrían "ser constitutivas de delito de injurias con publicidad", por lo que acuerda citar como imputado al directivo de Panrico.

Por su parte, Carlos Gila ha negado las acusaciones. "Desmiento clara y rotundamente haber realizado estas declaraciones", ha asegurado a elEconomista.es. 

Según ha explicado el consejero delegado de Panrico, "si finalmente me llama un juez para declarar, no tengo ningún inconveniente en acudir y volver a desmentir las declaraciones".

Panrico ha hecho frente en los últimos años a una fuerte reestructuración de plantilla, en un intento por preservar la viabilidad de la empresa y reflotar el negocio. En septiembre de 2013, la dirección planteó un plan de ajustes con un expediente de regulación de empleo que afectaba, en principio, a 1.914 personas (casi la mitad de la plantilla) y una reducción del sueldo de entre el 35 y el 45% para los que se quedaran. Los sindicatos rechazaron esta propuesta y se movilizaron contra su aplicación, convocando huelgas que, en el caso de algunas plantas, se han mantenido durante meses.