Cataluña

Mas desentierra el 'pacto fiscal', aunque lo incluye en el "marco del derecho a decidir"



    No queda un euro en las arcas de la Generalitat y Artur Mas ha optado por el diálogo con el Gobierno de Mariano Rajoy para evitar el colapso de la Administración catalana, algo que, según el president, "no beneficiaría a nadie". 

    Según adelantó ayer en la rueda de prensa de balance de sus primeros cien días de gobierno, "la situación financiera es de emergencia y la del autogobierno de supervivencia".

    Aunque Mas no lo dijo, el Gobierno central ya paga los vencimientos de la deuda de la Generalitat; abonará este mes los bonos patrióticos que emitió Cataluña el año pasado; los ministerios ya pagan directamente muchas subvenciones a fundaciones y entidades benéficas catalanas, y, ahora, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prepara un segundo plan de proveedores para abonar directamente (sin pasar por la Generalitat) las facturas impagadas por la Administración catalana. Es decir, la autonomía financiera catalana está cada vez más comprometida.

    Ante esta coyuntura, Mas no dudó ayer en desenterrar su propuesta de pacto fiscal que hizo a Rajoy durante la anterior legislatura. No lo hizo abiertamente, pero afirmó que "el pacto fiscal no ha dejado de existir", aunque ahora "está en el marco del derecho a decidir".

    En su comparecencia, Mas reconoció que durante su último encuentro con Rajoy antes de Semana Santa abordó la crítica situación económica de la Generalitat y la necesidad de dotarla de liquidez a corto plazo para evitar que la Administración catalana deje de pagar sus facturas, pero negó que se hablase de "un nuevo modelo de financiación autonómica para Cataluña". Esta versión contradice la versión que ayer mismo dio Rajoy de este encuentro, que dijo que lo único que se había abordado en la reunión era precisamente la mejora de la financiación para Cataluña.

    Según Mas, el nuevo modelo de financiación autonómica, que debe entrar en funcionamiento el 1 de enero de 2014, es un tema que "se abordará dentro de un grupo de trabajo del Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que estarán presentes todas la autonomías". El president quiso evitar por todos los medios dar la sensación de que puede haber un acercamiento bilateral entre él y Rajoy en este asunto, aunque reconoció que "habrá nuevos encuentros con el presidente del Gobierno en los próximos meses y, seguramente, también serán discretos como al último porque es la única manera de poder avanzar".

    Artur Mas considera "insoportable" el déficit fiscal catalán en situaciones de vacas flacas, "porque afecta a todos los ciudadanos de Cataluña", pero también responsabilizó del mal estado de las finanzas catalanas a la "losa" de la herencia recibida del tripartito; el reparto del déficit, con grave perjuicio para los gobiernos autonómicos; los impagos sistemáticos por parte del Gobierno central y el retraso en los pagos en políticas sociales, la obstaculización sistemática en otras medidas decididas por el Govern como las tasas del euro por receta y a los depósitos bancarios.

    Discurso soberanista

    Sin embargo, Mas dedicó buena parte de su balance de cien días de gobierno para realizar un discurso de consumo interno en Cataluña y reiteró que la Generalitat tiene la consulta y el derecho a decidir como máxima prioridad. En este sentido, Mas aseguró que con Rajoy abordó principalmente el tema de la consulta soberanista y reconoció que las "posiciones son absolutamente divergentes". "Hemos hablado de esto pero no hubo ningún acuerdo. Pero desde las antípodas, la única posibilidad para que haya acuerdo es que haya diálogo. Cuesta imaginar, sin embargo, que en este asunto haya un punto de intersección". La negativa del Estado es rotunda, reconoció, pero ello no significa que "se haya modificado el rumbo", por lo que la Generalitat sigue manteniendo 2014 como fecha para celebrar dicha consulta.

    Pese ello, defendió que el proceso de transición nacional tiene que ser compatible con llegar a un acuerdo con el Estado en materia económica. "A mi parecer ambos asuntos no son incompatibles, y que nadie interprete que negociar con el Estado va en detrimento de los grandes objetivos y los compromisos: la consulta y el derecho a decidir".

    La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, le recordó ayer a Mas que es "incompatible" pedir mayor financiación y romper con España, ya que plantear una consulta soberanista y solicitar una mejora en la financiación autonómica no puede hacerse al mismo tiempo.