Renta Corporación tira la toalla y pide el concurso con 185 millones de deuda
Renta Corporación entra en la lista negra. La inmobiliaria catalana ha puesto fin a su agonía y ha solicitado de forma voluntaria el concurso de acreedores.
La compañía que preside su máximo accionista, Lluís Hernández de Cabanyes, había podido sortear la insolvencia en diversas ocasiones en el pasado, pero ayer su consejo decidió que acogerse a esta figura jurídica era la mejor solución para sus tensiones de tesorería.
Renta Corporación cuenta con una deuda superior a los 185 millones de euros, de los que 162 millones corresponden a la banca. Otros 23 millones corresponden a compromisos con Hacienda. Precisamente, la negativa de Hacienda a aplazar esta deuda y el hecho de que no se ha materializado ninguna operación en pago a los bancos que conformaban su crédito sindicato han llevado a la empresa al colapso, aseguran fuentes cercanas al grupo.
La compañía, que cotiza en bolsa desde 2006, atribuyó la decisión a la falta de "generación de liquidez
derivada de la larga duración de la crisis del mercado inmobiliario", que se ha unido a "las dificultades para encontrar financiación". Por este motivo, argumenta que la petición es como "mejor alternativa para proteger los derechos de todos sus acreedores". El concurso afecta también a las sociedades del mismo grupo Renta Corporación Finance y Renta Corporación Core Business. Las principales entidades acreedoras son la Sareb, Banco Popular Español, ING Real Estate Finance, Deutsche Bank, SAE, Banco Caixa Geral y Caixabank.
Renta Corporación logró una refinanciación de su deuda bancaria en mayo de 2011. En ese momento, pactó con 17 bancos la venta de activos por valor de 117,7 millones de euros, recibió un préstamo participativo con un vencimiento de 10 años por importe de 54,5 millones, así como un crédito por importe de 103,5 millones de euros con un vencimiento a ocho años.
Reducción de plantilla
La compañía se mostró convencida, a través de un comunicado, que el concurso "es una etapa transitoria". De hecho, la intención de los gestores es que la empresa pueda negociar en este tiempo con la banca su viabilidad y seguir con su actividad más centrada en el negocio de oficinas.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió el lunes suspender cautelarmente la cotización de la compañía en bolsa, "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores".
La empresa prevé un plan de viabilidad para salir del concurso, que pasaría por poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará al 50 por ciento de la plantilla. En este momento trabajan en Renta Corporación 47 personas.