Cataluña

Las empresas catalanas sacan el efectivo 'ocioso' para financiarse

  • Descartan el capital externo y se acogen a ayudas públicas y ventajas fiscales
  • Un tercio del tejido se ve capaz de seguir operando, a medio plazo, con recursos propios
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María Teresa Coca
Barcelona,

Los empresarios en Cataluña tienen claro que necesitarán tomar medidas de alcance para poder seguir operando y que además de recortes y restructuración financiera, se verán obligados a buscar nuevas fórmulas de financiación tanto privadas como públicas.

Desde el inicio de la pandemia, en general, las empresas catalanas han preferido acudir a ayudas de la Administración y a la conversión de efectivo inactivo en capital de trabajo en lugar de la financiación externa.

Esta es la principal conclusión del barómetro Global Business Pulse de la firma de servicios profesionales Grant Thornton, centrado en el análisis del impacto que la pandemia ha provocado en el tejido empresarial y realizado a través de una encuesta a más de 5.000 ejecutivos de 35 países.

En el caso de Cataluña, desvela que la principal medida para garantizar el cash flow ha sido acudir a la solicitud de ventajas fiscales (39%) y a la conversión de efectivo inactivo en capital de trabajo (36%), seguidas del acceso a alguna de las ayudas públicas (33%). Casi 4 de cada 10 empresarios en Cataluña también optaron por la vía de la negociación con los propios clientes para intentar adelantar los pagos.

Carlos Fernández, consultor y experto económico de Grant Thornton, explica que uno de los posibles motivos para no recurrir a la financiación externa tendría su razón de ser en que es una opción que "siempre tiene implicaciones de calado, en términos de compromiso de repago o acceso a la propiedad de la compañía". "Optar por otras soluciones muestra que la mayor parte de las empresas encuestadas han tenido alternativas menos gravosas para abordar la situación derivada de la emergencia".

Con esta valoración, Fernández se atreve a manifestar que "las empresas catalanas del barómetro de Grant Thornton parecen más saneadas que las de otras zonas de la geografía española".

En este sentido, se evidencia que los empresarios catalanes han hecho un esfuerzo por optimizar o eficientar los recursos de su actividad empresarial para abordar la situación de crisis y la gestión de su efectivo antes de recurrir a otras vías de financiación. "Han echado mano de los recursos líquidos que no estaban siendo empleados o afectados a la actividad empresarial, y los han destinado a la financiación de la actividad del día a día, como la gestión del inventario, la gestión del equilibrio entre los clientes y los proveedores pendientes de pago, etc…", admite este consultor.

Durante la primera etapa de la pandemia, según el barómetro, sólo el 9% de los encuestados catalanes reconoce haber buscado financiación a través de inversores externos, muy lejos del 21% de la media del resto de España y 17 puntos por debajo de los empresarios madrileños (26%) y a distancia del 20% de los gallegos y vascos (16%).

Más resiliencia

Del análisis de la encuesta, Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, extrae la idea de que "las medidas de apoyo financiero introducidas por el gobierno han sido un salvavidas para el mid-market español", si bien destaca que "las empresas deben tomar consciencia de que no van a durar para siempre, y que es imperativo empezar a trabajar para ser más resilientes".

Sobre este punto Carlos Fernández pone en valor que los empresarios son muy conscientes de esta cuestión. Por eso en el barómetro, señala, se refleja que los empresarios catalanes han optado por buscar las medidas menos gravosas para resolver la situación, siempre que ha sido posible. Por ejemplo, el recurso a poner en funcionamiento el efectivo "ocioso", la búsqueda de ventajas fiscales, pero no necesariamente financiación, y otras alternativas con foco en la eficiencia operativa son algunas de las claves.

Sobre las perspectivas en el medio plazo, un 15% de los consultados reconoce que baraja un plan futuro para buscar nuevas fórmulas de financiación, si bien todavía existe un porcentaje importante de directivos catalanes (30%) que se ven con capacidad suficiente para seguir operando, haciendo uso de recursos propios. Una cifra que se encuentra 3 puntos por encima de la media española (27%) y a 8 de los empresarios madrileños (22%).